México, 7 Sep 14 (Notimex).- La evolución continua de la computación y la comunicación genera en la actualidad un impacto directo en la vida de las personas, los negocios y el comercio, afirmó Weber Canova, vicepresidente de la empresa de tecnología TOTVS.
De acuerdo con el especialista, el Internet de las Cosas, conocido por las siglas IoT, del inglés Internet of Things, hoy en día es mucho más que una revolución tecnológica.
El mercado de IoT, según la consultora IDC, moverá 7.3 trillones de dólares en apenas tres años, en tanto que la empresa de investigación de tecnologías Gartner estima que hasta 2020 existirán de 26 a 30 billones de dispositivos conectados a Internet de las Cosas.
Canova explicó en un comunicado emitido por TOTVS, que para entender lo que representan estos números en el día a día, basta con prestar atención al uso que ya se hace de los dispositivos móviles.
Consideró que en la actualidad una persona está rodeada en promedio de cuatro o cinco de estos aparatos, debido a la facilidad con que la tecnología ayuda a realizar las tareas cotidianas.
Con la aparición de los smartphones, uno de los protagonistas de esta nueva era, llegó una amalgama de conexiones, y nunca antes se pudo estar tan conectados con otras personas, lugares, empresas y objetos, dijo.
Refirió que a diferencia de evoluciones anteriores, donde las grandes novedades tenían su debut en las empresas, como el caso del uso del fax, hoy es común que cualquier persona posea dispositivos móviles y otras tecnologías para uso personal más potentes que las usadas en el ambiente corporativo.
El experto indicó que esto genera un enorme desafío para las organizaciones que necesitan ofrecer algo extra a los colaboradores y al mercado.
Compañías de diversos sectores, agregó, ya han comenzado a invertir no sólo en aparatos móviles, sino también en aplicaciones y soluciones capaces de transformar toda esta masa de datos en información inteligente y rentable.
De esta manera se está cada vez más frente al surgimiento de nuevas tecnologías, creando conexiones entre personas y objetos, los llamados wearable devices, o dispositivos digitales para vestir.
Comentó que con ellos es posible medir la presión arterial, controlar niveles de glucosa y calcular la temperatura corporal, entre muchas otras funciones.
También es posible automatizar hogares, controlar temperatura y luz de un ambiente, monitorear lugares, dirigir grupos de trabajo o hacer que un auto se estacione sólo.
Todo esto, dijo, simplemente con la ayuda de celulares, relojes, pulseras, tarjetas de radio frecuencia (RFDI) y drones, lo que demuestra “que ya estamos en la era en que objetos inteligentes nos ayudan a realizar tareas cotidianas, sea en casa o en el trabajo”.
Canova subrayó que esta evolución sólo puede avanzar sin retroceder, pues cada vez es más difícil estar desconectados y repartidos entre vida personal y profesional.
“Hoy, la interacción es frecuente y las empresas ya comprenden el potencial de esta modificación e invierten en el desarrollo de nuevas fuentes de valor”, agregó.
Así, es posible percibir la presencia de Internet de las Cosas en la creación de nuevos modelos de negocio y servicios en línea, en la creciente generación de información en tiempo real, y en la identificación eficaz de usuarios al acceder a sistemas y dispositivos.
Además en la oferta innovadora de operaciones en nubes y muchas otras actividades durante el intercambio de estos datos interrelacionados.
Sin embargo, aclaró, antes de que una compañía proponga la interacción entre objetos y personas, es preciso un minucioso análisis para saber si existe en su campo esa demanda.
“Es importante identificar la necesidad que cada público objetivo tiene, ya sea de enviar un e-mail por la cocina o si fuese más relevante acceder a información sobre el tiempo, para que así la tecnología no pierda su razón de existir y atender las necesidades humanas de forma que se faciliten sus tareas”, concluyó.
Internet de las Cosas transforma lo cotidiano de personas y empresas
07
de Septiembre
de
2014
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