Jovencita vivía con homicida de Tlatelolco, en San Juan del Río

Martín García
Periodista
01 de Agosto de 2014
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Javier Méndez Ovalle. FOTO ARCHIVO ALFREDO PERALTA
Javier Méndez Ovalle. FOTO ARCHIVO ALFREDO PERALTA
San Juan del Río, 1 Agosto 14.- Javier Méndez Ovalle o Carlos Medina Martínez, como se hacía llamar el homicida de una joven en la unidad Nonoalco Tlatelolco, no opuso resistencia y de manera pacífica se condujo con los agentes judiciales del Distrito Federal, que lo aprehendieron al filo de la media noche del pasado miércoles, cuando se encontraba laborando en el café La Finca, en el centro de la ciudad.

De acuerdo a un trabajador del mismo negocio, la captura del sujeto, quien se mantenía en esta ciudad con una doble identidad, pudo haberse derivado de “un pitazo” de uno de sus amigos, con el que se presume mantenía comunicación, luego de haber asesinado y descuartizado a su víctima en el Distrito Federal en junio del año pasado.

“Era un joven muy tranquilo, respetuoso y siempre se mantenía trabajando, muy atento a los clientes, sabíamos que vivía con una de sus amigas”, indicó.

Y aún cuando se dijo que apenas había llegado a trabajar en el restaurante en el mes de mayo, algunos clientes asiduos refieren que por lo menos tenía mas de un año de laborar en el negocio.

“Traía papeles que lo identificaban como Carlos Medina, pero ahora sabemos que eran apócrifos”, refirió uno de sus compañeros de trabajo.

La noticia de su captura y delito que cometió, sorprendió a la mayoría de los ciudadanos y sobre todo a los clientes del establecimiento que acostumbraba atender, y quienes lo califican como un joven atento y muy servicial.

Sin embargo, los hechos también alertaron a las autoridades y a las cámaras empresariales, que aseguran “con la experiencia” pondrán mayor atención en la contratación de trabajadores, sobre todo cuando se trate de personas provenientes de otras entidades, ya que como en este caso, existe la posibilidad de que lleguen con doble identidad y documentación falsa.

La misma recomendación se ha hecho al comercio establecido, que es el sector más vulnerable a este tipo situaciones, debido a que por lo general hacen contrataciones sin exigir la documentación que corrobore que los buscadores de empleo no cuentan con antecedentes penales.

Se conoció que el homicida de Tlatelolco ya era buscado en distintas partes del país y al parecer los judiciales que lo aprehendieron ya lo tenían ubicado, por lo que al filo de la media noche llegaron al centro de la ciudad y en un operativo tranquilo, solo preguntaron en algunos de los negocios aledaños, la ubicación exacta de “La Finca” y de inmediato se lo llevaron.

“Vimos que llegaron varios hombres y como si lo conocieran lo abrazaron y lo subieron a un vehículo, preguntamos porqué se lo llevaban y solo mencionaron que su detención era por homicidio”.

De esta manera tanto la parte patronal, como los propios asistentes al negocio, se han mostrado sorprendidos al saber que el mesero se ocultaba aquí luego de haber cometido un horrendo crimen.

Javier Méndez fue un alumno destacado del Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos 9 del Instituto Politécnico Nacional (IPN).

Siempre dedicado a sus estudios como técnico en Programación, en septiembre de 2012 fue recibido y felicitado por el entonces secretario de Educación Pública, José Ángel Córdoba Villalobos.

El motivo: acababa de ganar la medalla de bronce en las olimpiadas de Física en Estonia. Entonces destacó por encima de alumnos de Hong Kong, Arabia Saudita, Kazajastán, Canadá o Rumania.

Ante las autoridades confesó las sospechas que siempre lo señalaron como el asesinó, dijo que la tarde del 27 de junio de 2013 mató a Sandra Camacho, una joven de 19 años a la que conoció por Facebook.

“Sandra aceptó ir a verlo porque le prometió ayudarla a trabajar como edecán. Pero finalmente no lo hizo, el joven la mató dentro de aquel departamento de la unidad Nonoalco Tlatelolco, en el que vivió durante años junto con su mamá, Virginia Ovalle Chiñas”.

Después de asesinarla decidió seccionar su cuerpo. La madrugada del día 30 comenzó a dejarlo en diferentes jardineras de la zona hasta que finalmente escapó, según consta en el expediente CUH-1/T3/1033/13-06.

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