Presentan en corte de EUA a siete colombianos por crimen de agente

02 de Julio de 2014
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Washington, 2 Jul (Notimex).- Siete colombianos acusados del secuestro y asesinato del agente especial de la Agencia Estadunidense Antidrogas (DEA), James Terry Tracy, fueron presentados hoy en la corte federal de Alexandria, Virginia.

Los colombianos, extraditados la víspera a Estados Unidos, deberán acudir a la corte de nuevo el próximo 9 de julio para su audiencia de detención.

Colombia extraditó la víspera a Estados Unidos a Gerardo Figueroa, Omar Fabián Valdés, Édgar Javier Bello, Héctor Leonardo López, Julio Estiven Gracia, Andrés Álvaro Oviedo-García y Wilson Daniel Peralta Bocachica.

A cada uno de los siete inculpados le fueron presentados dos cargos por asesinato en segundo grado, uno por secuestro y otro por conspiración para privar de la libertad. Oviedo García fue acusado también de asalto.

Asimismo, Peralta Bocachica fue acusado de tratar de destruir evidencia asociada con el asesinato de Watson.

La extradición de los colombianos fue anunciada este miércoles aquí por funcionarios encabezados por el procurador general Eric Holder, la administradora de la DEA, Michele Leonhart, y el director del Servicio de Seguridad Diplomática del Departamento de Estado, Bill Miller.

“Nunca olvidaremos el sacrifico de Terry (...) durante 13 años de servicio, ni olvidaremos el trabajo sobresaliente de la Policía Nacional colombiana”, señaló en un comunicado Leonhart, quien calificó al fallecido agente de la DEA como “valiente y talentoso”.

Además, resaltó que el trabajo conjunto entre agencias condujo al rápido arresto y extradición de los acusados.

Por su parte, el procurador Holder indicó que la extradición de los sospechosos del crimen representa un avance para garantizar que se haga justicia por el secuestro y muerte de Watson.

Según la acusación, los colombianos formaban parte de una banda que utilizaba taxis para asaltar a personas en un exclusivo sector del norte de Bogotá.

El 20 de junio del 2013, el agente Watson, quien trabajaba en la misión de Estados Unidos en Colombia, se subió a un taxi operado por los acusados, uno de ellos lo atacó con una picana eléctrica mientras otro lo apuñaló con un arma blanca causándole la muerte.

El caso fue investigado por la Agencia Federal de Investigaciones (FBI), la DEA y la embajada de Estados Unidos en Colombia en colaboración con autoridades colombianas y la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol).

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