Las Grutas de Cacahuamilpa, una mirada al paso del tiempo

08 de Febrero de 2014
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Cacahuamilpa es la más conocida de las grutas mexicanas. NOTIMEX
Cacahuamilpa es la más conocida de las grutas mexicanas. NOTIMEX
Taxco, Gro., 8 Feb. (Notimex).- Descubierta en 1834, Cacahuamilpa es la más conocida de las grutas mexicanas, donde las rocas calizas de origen marino formaron figuras caprichosas a lo largo de millones de años, entre fuentes, animales, cilindros y otras rarezas que intrigan la mirada de los viajeros.

En el municipio de Pilcaya, en la región norte de Guerrero, se localizan las grutas, que tienen una altura de 21 metros y un ancho de 42 metros, aunque dentro no se percibe diferencia entre la primavera y el invierno, pero sí el paso del tiempo en sus rocas rugosas.

Están formadas por figuras que a su vez forman salones, cifrados en más de 90 y a los que los viajeros bautizaron con nombres, precisamente por sus formas.

Un salón se denomina El Chivo, porque hay una estalagmita que semeja la forma de un macho cabrío; a otro se le conoce con el nombre de Los Confites, por la gran cantidad de concreciones esféricas de carbonato de cal, en torno a una burbuja de aire, un grano de arena o un cuerpo orgánico.

La Aurora, es el nombre de la tercera galería, porque al volver hacia la entrada, la tenue luz que penetra a lo lejos simula los primeros albores de la mañana. Sus paredes están cubiertas con figuras y terminan en una especie de anfiteatro sostenido por una pirámide truncada de 11 metros de base.

La cuarta galería, mide 103 metros de largo, 47 de ancho y 60 de altura, tiene en su primera mitad una estalactita y una estalagmita blancas y brillantes, que parecen un dosel y una silla, razón por la que se le llamó Salón del Trono o Salón del Púlpito.

Están también las galerías del Pedregal –por la gran cantidad de pedruscos que se han desprendido de la bóveda– y la más espaciosa (400 metros de longitud, 40 de ancho y 60 de altura) está dividida en tres secciones.

Una sección es conocida como el Salón del Muerto, porque en él se encontró un esqueleto humano –con la cabeza revestida de cristalizaciones–; otra es el Salón de las Palmas, además de la de Los Órganos, llamada así, porque en sus paredes están de bulto, unos cilindros como cactus que al percutirlos con una piedra producen sonidos.

A otra galería se le conoce como La Fuente, porque de dos tazas sobrepuestas parecen desprenderse chorros de agua congelada.

La marquesa Calderón de la Barca (1806–1882) en su libro “La vida en México”, cita las grutas y las da a conocer al general Antonio López de Santa Anna.

Antonio García Cubas narra en las páginas 816 y 817 de “El libro de mis recuerdos”, que la emperatriz visitó las grutas y dejó la inscripción: “María Carlota llegó hasta aquí”. Pasado el tiempo, el autor acompañó al presidente Sebastián Lerdo de Tejada, que hizo inscribir la frase: “Sebastián Lerdo pasó adelante”.

Otros visitantes distinguidos que a lo largo de 180 años han visitado el fondeo de estos cerros son don Porfirio Díaz y los pintores José María Velasco y Eugenio Landesio.

En un fin de semana cualquiera, unas 600 personas visitan las grutas, y en temporadas vacacionales se suman tres mil personas, pero la temporada más alta es en Semana Santa, cuando llegan hasta cinco mil personas todos los días.

El gobierno del estado construyó en el interior, un pasillo de cuatro metros de ancho por dos kilómetros de largo, con iluminación, y aprovechando la oquedad construyó un estrado, donde se coloca la banda sinfónica que interpreta, por lo general en las Jornadas Alarconianas, música de diferentes autores.

Enfrente está el graderío, lugar cómodo para escuchar la interpretación musical.

Las Grutas de Cacahuamilpa, que cuentan con infraestructura turística y de servicios (transporte, venta de alimentos y artesanías), reportaron en el primer fin de semana largo de 2014 los mejores resultados de los últimos seis años.

Francisco Arenas Salazar, administrador del parque de las Grutas de Cacahuamilpa, calificó como “positivo” este primer “puente” del año, comparado con el 2013 cuando registraron dos mil visitantes al día. “En el 2014, tuvimos tres mil personas por día; es decir, por tres días sumaron nueve mil visitantes”, detalló.

Dijo que el costo del ingreso fue de 70 pesos para adultos, 60 a niños y 35 pesos para personas jubiladas y personas con credencial de la tercera edad.

Sobre el recorrido, indicó que es de cuatro kilómetros (dos de ida y dos de regreso) y se realiza en dos horas con un guía por cada 80 o 100 turistas y comentó que el 30 por ciento de los visitantes son extranjeros.

El administrador de las Grutas detalló que en un fin de semana regular, los visitantes llegan a un número de 600 y que la mejor temporada para el destino turístico es en Semana Santa.

De acuerdo a los espeleólogos, en el subsuelo de esta caverna existen dos cavidades por donde circula abundante agua, que forma los ríos Chontalcoatlán y San Jerónimo, los cuales emergen a la superficie en el sitio conocido como Dos Bocas, y que más adelante dan origen al río Amacuzac.

Las Grutas de Cacahuamilpa se abrieron al público en 1920 y fueron declaradas Parque Nacional en 1936, por el entonces presidente Lázaro Cárdenas, con una superficie de mil 500 hectáreas.

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