México, 2 Ene. (Notimex).- El intrépido soldado, organizador militar y teniente del Ejército Insurgente, Mariano Matamoros, quien fue el brazo derecho de José María Morelos, es recordado a 200 años de su muerte, que se cumplen mañana, por su contribución a la construcción de un país independiente.
Considerado un estudioso ilustre de sólida formación intelectual, Matamoros pasó a la historia nacional como el sacerdote liberal mexicano.
Mariano Matamoros y Guridi nació el 14 de agosto de 1770 en la capital del país, en el seno de una familia liderada su padre José Matamoros y su madre Mariana Guridi, señala el portal electrónico de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Sus primeros estudios los realizó con los franciscanos del Colegio de Santa Cruz de Tlatelolco, para ejercer la carrera eclesiástica.
Entre 1784 y 1788 cursó cátedras de Moral, Latín, Historia Eclesiástica y Lengua Mexicana en el Real Seminario de Tepozotlán.
Se tituló como Bachiller en Artes y Teología en la Real y Pontificia Universidad de México, de acuerdo a una publicación de la Universidad Obrera de México “uom.edu.mx”.
Dos años más tarde, emprendió los estudios de Filosofía y Teología en el Seminario Conciliar y en 1792 logró el subdiaconado en la Iglesia del Convento de Regina Coeli, otorgado por el entonces arzobispo Alonso Núñez de Haro y Peralta (1730-1800).
En 1810, al inicio de la Guerra de la Independencia, Matamoros tenía el papel de cura en la región de Jantetelco (actual estado de Morelos). No obstante, fue involucrado en la causa al girarse una orden de aprehensión en su contra.
Un año más tarde, se unió a José María Morelos y Pavón (1765-1815) en la región de Izúcar, en Puebla, que fue llamada después en su honor "Matamoros", de acuerdo a la información disponible en el portal “buscabiografias.com”.
A principios de 1812 fue nombrado Coronel en Taxco, Guerrero, y formó su propio ejército, en el que obtuvo poco tiempo después sus primeros logros militares.
Derrotó a los realistas de Tenancingo y logró recuperar el armamento perdido por los insurgentes días antes en la Batalla de Tecualoya.
Tiempo después se reunió nuevamente con Morelos en la región de Chiautla, para reorganizar a sus tropas y levantar el Regimiento de Dragones del Apóstol San Pedro, bajo la insignia "Inmunidad Eclesiástica", contra el bando emitido por el Virrey Francisco Venegas de Saavedra (1754-1838).
En ese mismo periodo, ya como delegado de Morelos, se distinguió en la toma de Oaxaca y ulteriormente fue ascendido a general.
Un año después, derrotó en Tonalá, Chiapas, a los realistas Manuel Dambrini, Manuel Martínez y Juan Cándano, originando gran consternación entre las autoridades virreinales.
Se estableció en Tehuitzingo, Puebla, y más tarde se reunió con Morelos para atacar Valladolid. Sin embargo, fueron derrotados por Ciriaco del Llano y Agustín de Iturbide (1783-1824).
Al encabezar la tropa insurgente, fue prisionero por el realista José Eusebio Rodríguez, en Puruarán, Michoacán.
Trasladado a Valladolid, Morelos ofreció 200 prisioneros realistas por él. Sin embargo, fue fusilado el 3 de febrero de 1814.
En 1823 se le declaró Benemérito de la Patria y sus restos descansan en la Columna de la Independencia.