Monterrey, 27 Ene. (Notimex).- México afronta la falta de jueces y abogados canónicos ante los tribunales eclesiales, lo que genera ineficacia en la materia, dijo el procurador del Tribunal Eclesiástico Interdiocesano de México, Juan Pablo Alcocer.
En el marco del Primer Congreso Internacional de Derecho Canónico (CIDC), en la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), el jurista cuestionó que se privilegie en la abogacía el mercantilismo sobre el humanismo.
"En la realidad canónica mexicana nos enfrentamos hoy con un problema, se sabe y se padece que la penuria de clérigos y laicos y de las dificultades para nutrir de jueces y abogados a los tribunales eclesiásticos del país", expuso.
Señaló que la participación de laicos preparados "no basta", porque se da la propensión a que "abogados civilistas actúen como canonistas".
Enfatizó que el abogado canónico debe ser católico, doctor o cuando menos perito en la materia, pero "debido a la escasez de los estudios y de las vocaciones, hoy se contenta en los tribunales con la sola licenciatura".
El procurador del Tribunal Eclesiástico Interdiocesano de México comentó que esta situación ya la ha expuesto en foros internacionales y ante autoridades eclesiales del país.
"Esta es una razón de penuria y es una razón de gran pobreza, y en México el tema es vigente, porque el problema de fondo es medir si una persona es perito o no en esta materia y si una persona tiene verdaderamente vocación para el ejercicio de la abogacía canónica", señaló.
En este orden, "el abogado canónico no puede defender una causa injusta, aunque pueda hacerla triunfar por medios legales", subrayó Alcocer.
En el caso de los fieles que recurren al derecho canónico, "deben estar dispuestos a someterse al juicio de la Iglesia", es decir, "acatarán sus fallos y ordenarán su vida posterior en coherencia con la decisión firme que recaiga".
"Al Tribunal Eclesiástico no se va por sí, al azar, a obtener una nulidad, sino al Tribunal Eclesiástico se va para recibir una iluminación existencial insustituible, una vez que uno recibe la sentencia", recalcó el abogado canónico.
Manifestó que el abogado civilista tiende a destruir el vínculo entre las partes, mientras que el canonista prioriza la reconociliación.
El evento inició hoy en la Facultad de Derecho de la UANL y proseguirá mañana 28 en la Universidad Nacional Autónoma de México y los días 29 y 30 en la Universidad Panamericana (UP) Campus Mixcoac.
"Por primera vez la UNAM, la UP y la UANL se han unido con la finalidad de conversar acerca de la aplicación del derecho eclesiástico y su relación con la sociedad", destacó el también vocero del Congreso.
"La sociedad mexicana, en su mayoría católica, ha madurado para poder conocer una temática jurídica que es transparente, y que le compete a partir de sus derechos y obligaciones sólo por el hecho de ser parte de una de las religiones con más seguidores en el mundo", enfatizó.