México, 17 Ene. (Notimex).- "El océano al final del camino", del escritor Neil Gaiman, quien nació en Gran Bretaña y vive hoy en Estados Unidos, es una novela sobre la validez de los recuerdos, la magia y la supervivencia, y sobre el poder de la imaginación y la oscuridad que hay en cada ser humano.
Gaiman, autor de varios libros infantiles, además de "Coraline", la colección de relatos "M de magia" y "El cuento del cementerio", relata que un hombre vuelve a la zona donde vivió hace 40 años, para asistir a un funeral. De súbito, decide acercarse a la casa de quien fuera su gran amiga de infancia, Lettie.
Y es ahí donde los recuerdos que no sabía que tenía empiezan a fluir, como el océano que Lettie insistía que era, en realidad, su estanque. La memoria se mezcla con la fantasía, mientras el protagonista cuenta un viaje imposible, en un mundo que puede o no existir, repleto de monstruos imaginarios.
Seres que se hacen reales en el relato de ese niño de siete años y tan auténticos como los monstruos que los adultos sí pueden entender y temer. La única defensa con la que cuenta el niño son las tres extravagantes mujeres que viven al final del camino, refiere la novela de este autor de moda.
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"¡Corre Vito!", de David Martin del Campo, es una novela donde la aventura de Vito Beristáin inicia cuando la diosa fortuna le deposita en las manos 60 mil dólares. Inevitablemente, a partir de ese momento, sus días se transforman en un permanente infortunio, lleno de enredos y mil situaciones inesperadas.
Es una novela de asombro, de vértigo narrativo como escasas veces se ha visto dentro de la literatura mexicana. Las páginas de este volumen constituyen un relato fresco, deleitable, de amor desesperado, de carcajadas y lágrimas, y, sobre todo, de supervivencia en una sociedad que se pudre en un río de apatía.
En ese permanente infortunio, el protagonista ya no podrá volver a su casa, se involucra con una guapa bailaora y hasta conoce a su abuelo huichol, durante una apasionante aventura que se corre en un viaje a la nación Wiricuta, de tal manera que no le queda más que seguir lo que le vaticinó una gitana.
Las páginas de este volumen, que el autor entrega ahora en su versión más que definitiva, reflejan esa sociedad podrida, y todo, con tal de no conjugar la vida en "hubiera", tiempo perfecto del verbo "pendejo", como sugiere el jovencito Vito Beristáin, quien -a salto de mata- busca salvar el pellejo a toda costa.
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"La infancia de Jesús", de J.M. Coetzee, Premio Nobel de Literatura en 2003, cuenta que tras cruzar el océano, un hombre y un niño llegan a un nuevo país donde se les asigna nombre y edad, y deben olvidar su pasado. Aprenden español, idioma del lugar, mientras son trasladados a la ciudad de Novilla.
Quieren ir a esa localidad, donde tienen la esperanza de encontrar a la madre del niño. Ya con sus nuevos nombres, Simón y David, llegan al centro de reubicación de la ciudad. Tras mucha confusión, Simón logra conseguir un alojamiento para ambos, y encuentra un trabajo en el puerto de esa ciudad.
Las tareas de estibador le resultan tremendamente agotadoras, pero enseguida se gana el aprecio de sus compañeros, quienes durante los escasos descansos mantienen diálogos filosóficos sobre la dignidad del trabajo. La realidad es que en esa ciudad ajena nadie parece estar particularmente feliz, ni infeliz.
Todos cumplen sus funciones, pero no van más allá y no esperan ni quieren más de lo que tienen. En esa extrañeza que le produce tal actitud, Simón retoma la misión de encontrar a la madre del niño, con una dificultad añadida: Todos quienes llegan al nuevo país, parecen haber dejado atrás sus recuerdos.
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"El exilio: Un relato de familia", de Carlos Tello Díaz, tataranieto del general Porfirio Díaz, es un libro documentado básicamente con fuentes primarias, muchas de ellas inéditas, donde el autor detalla la historia de dos familias que tuvieron que dejar su país al estallar la Revolución: Los Díaz y los Casasús.
La historia hace particular énfasis en el ex presidente Porfirio Díaz, y narra los avatares de la familia de Porfirio Díaz y la de Joaquín Casasús. Es un texto de corte íntimo sobre la vida que llevaron a lo largo del exilio y un recuento de los sucesos que cambiaron al país, vistos a través de sus vidas en el extranjero.
Este libro, publicado por primera vez hace 20 años, fue elogiado entonces por uno de los grandes historiadores mexicanos del siglo XX, Luis González y González, quien escribió una reseña que ha pasado a la posteridad en los anales de la literatura de este país:
"Sin apartarse del método científico, la nueva historia aspira a la reconciliación con el público, quiere volver a su condición de arte sin perder el prestigio de ciencia. Hay muchos ejemplos de la nueva revolución historiográfica que superar a la producida en los años 40. El mayor hasta ahora es esta novela".
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"Tantra y Salchicha. La vía sabrosa al sexo sagrado", de Prem Dayal, es un viaje personalísimo por parte del autor para explicar la importancia de dejar la etapa de Salchicha, para poder entrar en el verdadero y real significado del Amor (así, con mayúscula), del universo y de la unidad a través del Tantra.
En este libro, uniendo en matrimonio dos palabras que puestas juntas parecen el diablo y el agua bendita, Dayal no sólo quiere provocar con su más típico estilo, sino que crea una filosofía que ayuda a todos los que quieren llevar a su vida sexual la frescura de la consciencia, sin renunciar al calor de los sentidos.
Usa la palabra Tantra para indicar el aspecto divino del ser humano, al cual se accede a través de la conciencia, y con la palabra Salchicha a la biología, al cuerpo, al instinto animal, a los sentidos. Tiene el propósito de transformar una exigencia biológica en arte y construir un club entre paraíso e infierno.
Este no es un libro que enseña técnicas sexuales que conviertan al lector en un contorsionista del sexo, ni tampoco un libro de la moderna escuela "Tántrica new age", de rituales con plumas de pavo real, rodeados de velas prendidas y envueltos en una nube de aromático incienso.