Carece de apoyo migrante embarazada que llegan a México

03 de Enero de 2014
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Casa del migrante.Tuxtla Gutiérrez.- 03 Ene 14.- Damaris llegó a la casa del migrante Hogar de la Misericordia, en el municipio de Arriaga, con mucha hambre, los pies hinchados y con cinco meses de embarazo, aunque por lo abultado de su vientre pareciera que en cualquier momento fuera a parir.

Tiene 16 años de edad y es originaria de Honduras. Cruzó la frontera acompañada de su pareja, otro joven que tampoco alcanza la mayoría de edad. Salieron de su país porque allá no tienen trabajo y no ven un futuro prometedor para su hijo.

Los dos jóvenes llegaron al albergue de Arriaga después de tres días de camino. Esperan subirse al tren de carga conocido como “La Bestia” y llegar hasta Veracruz, para después irse a Puebla donde los espera la madre de él. “Mi suegra nos va a ayudar para que lleguemos a Estados Unidos”, dice Damaris.

En sus cinco meses de embarazo ella no ha visitado a un médico. Lo único que trae en mente es llegar a EU. Tiene miedo de que en el camino sean deportados o asaltados y que ella no pueda correr.

En el albergue de Arriaga Damaris conoció a Karla Patricia Vásquez, de 42 años, y también originaria de Honduras. En los dos días que lleva ahí, Karla la ha acompañado y cuidado porque traía, literalmente, reventados los pies.

“Hubiera visto cómo traía los pies esta niña: reventados; si de por sí es duro el camino, imagínese ahora embarazada. Yo me pongo a pensar en mis hijas y que Dios quiera que ellas no tengan necesidad de cruzar así y por eso cuido a esta niña, aunque sea en estos días que estamos acá”, comenta Karla.

La primera vez que llegó Karla a EU tenía 35 años. Regresa cada dos años a Honduras para llevarse a uno de sus hijos. Tiene cinco y está vez vino por el tercero. Sólo se ha llevado a sus tres hijos varones, las dos mujeres se quedaron.

“En el camino uno ve cosas que no quiere que le pasen a sus hijas y mejor que se queden allá”, relata sin entrar en detalles, pero todos los que están en el albergue saben de qué “cosas” habla.

Diego Loreto, director del Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova, considera que es necesario que el gobierno mexicano otorgue visas humanitarias a las mujeres embarazadas migrantes en tránsito por México.

Ese tipo de visa les permitiría acceder a los servicios de salud en el país y disminuiría la condición de riesgo en la que se encuentran al transitar en Chiapas.

Se han documentado casos de mujeres migrantes que tienen abortos espontáneos en el tren de carga, lo que pone en riesgo su vida.

En las estaciones migratorias es común observar a mujeres embarazadas que están en las mismas condiciones que el resto de personas migrantes aseguradas para su deportación.

La visitaduría de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en Tapachula informó recientemente que en las inspecciones a estaciones migratorias y albergues se han observado mujeres migrantes que viajan embarazadas.

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