CEM llama a respetar y defender la vida del migrante

17 de Diciembre de 2013
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México, 17 Dic. (Notimex).- La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) hizo votos para que el Día Internacional del Migrante ayude a avanzar en la comprensión, respeto, promoción y defensa de la vida y derechos de toda persona, que autoridades y ciudadanos contribuyan a crear condiciones de vida y que nadie se vea obligado a emigrar.

Se pronunció porque aquellos que han necesitado hacerlo, encuentren condiciones de seguridad en su tránsito y acogida en el lugar de destino como corresponde a su dignidad humana, anotó el Episcopado Mexicano durante un mensaje con motivo de esa celebración el 18 de diciembre.

La CEM se sumó al llamado del papa Francisco en su mensaje "Emigrantes y refugiados: hacia un mundo mejor", en el que comentó que a pesar de los problemas, los riesgos y las dificultades que deben afrontar, lo que anima a tantos emigrantes es el deseo de un futuro mejor, no sólo para ellos, sino también para sus familias y seres queridos.

El pontífice advirtió que la pobreza, la violencia, la explotación, la discriminación, la marginación, las restricciones de las libertades fundamentales, son algunos de los elementos que provocan muchos de los movimientos migratorios.

Ante esta realidad también pide actuar de modo nuevo, equitativo y eficaz mediante la cooperación internacional y un espíritu de profunda solidaridad y compasión, a fin de crear condiciones para un desarrollo integral y vida digna para todos, lo que exige también el respeto y cultivo de la creación.

"El mundo sólo puede mejorar si la atención primaria está dirigida a la persona en todas sus dimensiones, incluida la espiritual", afirmó el obispo de Roma.

Pidió comprender que los emigrantes y refugiados "no son peones sobre el tablero de la humanidad", sino niños, mujeres y hombres que abandonan sus casas por muchas razones y comparten el deseo legítimo de ser "algo más".

Porque, dijo, una buena sinergia animará a los gobernantes a afrontar los desequilibrios socioeconómicos y la globalización sin reglas, que están entre las causas de las migraciones.

Hizo notar que esa colaboración comienza con el esfuerzo de cada país para crear mejores condiciones económicas y sociales en su patria, de modo que la emigración no sea la única opción, sentenció el papa Francisco.

Además, "crear oportunidades de trabajo en las economías locales evitará también la separación de las familias y garantizará condiciones de estabilidad y serenidad para los individuos y las colectividades", comentó.

Así, en la construcción de un mundo mejor, el papa propone un cambio de actitud hacia los inmigrantes, pasando del rechazo a una "cultura del encuentro", puntualizó la CEM.

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