Rosalinda Hernández Alarcón*
Casi un centenar de mujeres entre 15 y 25 años de edad, de ocho comunidades lingüísticas, compartieron juegos y reflexiones en una actividad convocada por el Colectivo No’j en la ciudad de Quetzaltenango, con el aporte de la Cooperación Austriaca para el Desarrollo y los Reyes Magos de Austria. Ellas están organizadas y les interesa fortalecer su liderazgo.
“La forma en que trabajamos me gustó porque podemos analizar nuestra situación: ser mujer, ser maya, ser joven. El primer juego nos motivó a pensar que nosotras sentimos mucho miedo a expresar cariño porque nos han dicho que no debemos decir lo que sentimos...
“La segunda dinámica nos hizo reflexionar cómo en nuestras comunidades los partidos políticos llaman a afiliarnos, pero como si fuéramos un trapo nos quieren jalar para allá o para otro lado.
“También nos hizo pensar qué significa la madre tierra. Nuestras comunidades han querido negociar para explicar la importancia que le damos a nuestro territorio, pero con la minería sólo quieren llevarse nuestros recursos, no nos quieren oír porque ven las cosas muy diferente a nuestras comunidades rurales, parece que hablan otro idioma”.
Así opina Ereydi Mejía Gutiérrez, de 22 años. Ella es de la etnia popti’, vive en Nentón, Huehuetenango, y participa en la Organización Mamá Maquín.
Relata que por la guerra sus padres se refugiaron en México y que fueron desalojados de sus tierras que eran buenas. “Tras el retorno consiguieron terrenos poco productivos, pero resulta que aunque están pedregosos, por el oro nos quieren sacar otra vez, primero por los monocultivos y ahora por la minería”.
¿QUÉ ES LA LUDO-PEDAGOGÍA?
Es una metodología educativa de intervención e incidencia socio-política. Al ejecutarla existen tres momentos inspirados en la educación popular: partir de la práctica (promovida por juegos y actividades); teorizar sobre la realidad (construir conocimiento desde la reflexión individual y en grupo, superando lo anecdótico); regresar a la práctica transformando (aplicar el conocimiento adquirido sobre la realidad para operar sobre ella, cambiando actitudes y acciones).
En los talleres en los que la aplican buscan capacitar en métodos lúdicos para ser utilizados en diferentes ámbitos, así como desarrollar la relación/articulación entre juego y comunidad, juego y política, juego y cultura, juego y educación.
Todo ello en el entendido de que existe el deseo de apropiarse del conocimiento y el juego es un mecanismo que dispara la curiosidad; ésta a su vez se transforma en preguntas para descubrir y escudriñar.
COLECTIVO NO’J
Es una de las organizaciones que aplica esta metodología en Guatemala con el propósito de colaborar en la formación política de personas organizadas, a fin de que avancen en sus procesos de empoderamiento e incidencia social y cultural en sus comunidades.
Ángeles Rodríguez, directora de este colectivo, indica que a través de sus actividades participativas logran reflexiones grupales muy interesantes: “Sobre todo cuando intervienen diferentes culturas, jugando no se te olvida”.
Explica que los juegos nunca tienen como objetivo definir quién gana ni quién pierde, sino que todas las personas salgan con una experiencia, descubran sus habilidades y capacidades.
Agrega que a través de una serie de actividades se proponen reconocer nuestras procedencias, cómo reaccionamos desde nuestra nacionalidad y después permearnos de otras culturas y realidades; son encuentros entre diversas mujeres para ser más sensibles y seguir aprendiendo.
Karla Hernández, una de las facilitadoras, afirma que aplicar la ludo-pedagogía durante siete años ha implicado una transformación “que irradia desde mi núcleo familiar hasta lo que estoy haciendo en los talleres, me convence mucho y pienso que es una buena manera de aportar a la juventud. El trabajo que hemos venido haciendo no sólo nos llena como personas, sino trasciende a mujeres y sus familias, resuena en otros jóvenes y otras mujeres”.
JUEGO DEL REFUGIO
Tuvo como objetivos fortalecer el liderazgo de las jóvenes y los vínculos entre sus organizaciones. En los retos que siguieron tuvimos que probar varias formas, no siempre a la primera nos salió bien, para unas fue sencillo y para otras fue difícil defender la tierra, otras se cansaron del encierro; descubrimos que al coordinarnos nos salvamos, que no es bueno quedarnos con los brazos cruzados ni calladas.
Esta actividad les mostró la relevancia de definir estrategias para lograr los objetivos (personales y de organización), tener iniciativa y saber escuchar, al igual que identificar las necesidades e intereses de nosotras mismas como jóvenes, de las comunidades, los partidos políticos, los funcionarios y las empresas.
En el juego se rompió el diálogo. Una vez finalizado se señaló la importancia de analizar si era posible continuarlo y conocer diferentes estrategias de negociación en todos los ámbitos de la vida, con nosotras mismas, en nuestras familias, en nuestras comunidades, en la gestión de demandas, etcétera.
Además se anotó la conveniencia de ubicar si alguno de los actores carece de disposición a dialogar porque su interés es la imposición.
*Periodista mexicana radicada en Guatemala, editorialista, integrante de la organización La Cuerda, y cofundadora de la Red Centroamericana de Periodistas.