México, 17 Jun. (Notimex).- Ante el incremento de escasez de agua, desertificación y sequía a nivel mundial, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) urgió a los países miembros a tomar medidas al respecto y así promover la preparación y resistencia ante dichos problemas a futuro.
En el marco del Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía, este año el organismo trabaja con el lema: "No permitas que nuestro futuro se seque" y busca crear conciencia sobre los riesgos de la sequía y la escasez de agua en las tierras secas.
Asimismo señaló que es muy importante mantener los suelos saludables ya que de ello depende en gran medida el desarrollo agrícola de un país.
El lema pretende mostrar a los habitantes de la tierra que ellos son los responsables del agua y el uso sostenible de la tierra y que existen soluciones a estos retos de los recursos naturales. La degradación de la tierra no tiene por qué amenazar nuestro futuro.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) para abril de 2013, 168 países se encontraban afectados por la desertificación.
La instancia detalló en su informe sobre el tema que cada año 75 billones de toneladas de suelo fértil se pierden por la degradación de la tierra, además 12 millones de hectáreas de tierra desaparecen debido a la desertificación y la sequía. Estas son áreas que podrían producir 20 millones de toneladas de granos.
La desertificación se refiere a la degradación de la tierra en áreas áridas, semiáridas y subhúmedas a causa de varios factores, como la pérdida de la cubierta vegetal, erosión del suelo y la falta de agua, incluyendo variaciones climáticas y actividades humanas.
Este fenómeno se debe principalmente a la variabilidad climática y las actividades no sostenibles del hombre ya que las formas más comunes en las que se utiliza la tierra es para el cultivo, el pastoreo excesivo, la deforestación y las prácticas inadecuadas de riego.
Por ello el 70 por ciento de las tierras secas de todo el mundo, con excepción de los desiertos hiperáridos, equivalen a tres mil 600 millones de hectáreas que están degradadas.
Con la desertificación disminuye la resistencia de las tierras ante la variabilidad climática natural, el suelo se vuelve menos productivo, la vegetación se deteriora, la degradación de tierras puede ocasionar inundaciones y además se pone en peligro la producción de alimentos.
Asimismo existen, en la población, problemas de salud debido al polvo transportado por el viento que van desde infecciones oculares, enfermedades respiratorias y alergias, alteración de los ciclos biológicos, hasta la pérdida de los medios de subsistencia de las sociedades, lo cual puede contribuir a estimular la migración
La ONU define a la sequía como un fenómeno que se produce naturalmente cuando las lluvias han sido considerablemente inferiores a los niveles normales registrados, causando un agudo desequilibrio hídrico que perjudica los sistemas de producción de recursos de tierras.
Las sequías son el desastre natural más costoso a nivel mundial, es considerado el fenómeno que afecta a más personas que ningún otro desastre natural, solo en Estados Unidos representa un gasto aproximado de seis mil a ocho mil millones de dólares al año.
En México las tierras secas ocupan aproximadamente 101.5 millones de hectáreas, poco más de la mitad de nuestro territorio, por ello los incendios se hacen presentes con mucha frecuencia y además propicia la muerte de árboles, convirtiéndose estos a su vez, en factores importantes de la degradación y deforestación.
Del uno de enero al seis de junio de 2013, se registraron nueve mil 642 incendios forestales en las 32 entidades federativas del territorio nacional, afectando una superficie de 306 millones 856 mil hectáreas; de esta superficie, el 92.50 por ciento correspondió a vegetación en los estratos herbáceo y arbustivo y el 7.50 por ciento a arbóreo, de acuerdo con datos del INEGI.
Además, los estados con mayor número de incendios forestales fueron México, Michoacán, Distrito Federal, Chihuahua, Jalisco, Puebla, Hidalgo, Chiapas, Oaxaca y Tlaxcala, que representan el 83.97 por ciento.
La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró, en 1994, el 17 de junio como el Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía.
Urge ONU a países a trabajar ante desertificación y sequía
17
de Junio
de
2013
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