Resaltan importancia de diagnosticar a tiempo obstrucción pilórica

Guadalajara, 16 May. (Notimex).- El experto en cirugía pediátrica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, Jorge Emilio Corbalá Fuentes, señaló la necesidad de diagnosticar a tiempo la obstrucción pilórica, segmento que comunica el estómago con el intestino delgado.

El especialista explicó que el vómito después de la ingesta de alimento, aún desde el primer día de nacido, es el síntoma más característico de la estenosis hipertrófica de píloro, afección que se presenta en tres de cada mil neonatos.

"Se trata de un problema cuyo origen se desconoce, aunque se sabe que quien lo padeció tiene altas probabilidades de heredarlo a sus hijos, sobre todo varones y más aún si son primogénitos", destacó el también coordinador de Educación de Investigación en el IMSS.

Comentó que salvo su obstrucción pilórica, estos niños son sanos, inquietos, pero debido a que el alimento no pasa hacia el estómago, continuamente tienen hambre y por lo mismo lloran con frecuencia, además de que su ganancia de peso y talla se ve mermada.

Añadió que para diagnosticar la estenosis hipertrófica de píloro además del evidente síntoma del vómito frecuente, es necesaria una exploración física del bebé, a través de la cual se puede palpar la pequeña tumoración en el cuadrante superior derecho del abdomen, que se conoce como "oliva pilórica".

Se trata de una "bolita" en forma de aceituna, que es la que obstruye el píloro y una vez diagnosticada, se debe extraer quirúrgicamente; la intervención dura en promedio una hora y es conocida como la "cirugía reina", porque una vez realizada, la mejoría del bebé es tan rápida como evidente, destacó.

Afirmó que luego de seis a ocho horas posteriores a la intervención, el infante puede iniciar de nuevo con su alimentación, con la diferencia de que ya no vomitará y por lo tanto, recupera su ritmo normal de crecimiento y desarrollo "de ser un niño flaquito y chiquito, empieza a engordar, cambia radicalmente".

Corbalá Fuentes indicó que en un hospital de alta especialidad pediátrica, este tipo de cirugías son prácticamente de rutina, se hace una a la semana en promedio, con la ventaja de que pueden realizarse con la técnica convencional abierta y también por laparoscopía.

Dijo que al margen de la técnica que se utilice, se trata de una operación que resuelve un problema de salud, que no atendido interfiere en el desarrollo del bebé y en su calidad de vida.

Por ello, instó a las madres de familia a estar atentas ante cualquiera de los síntomas aquí señalados y a no desatender las citas mensuales con el pediatra, a través de las cuales se pueden captar oportunamente éste y otros problemas.