Urgen a UE asegurar derecho a movilidad laboral para bajar desempleo

26 de Abril de 2013
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Bruselas, 26 Abr (Notimex).- La Comisión Europea (CE) urgió hoy a los gobiernos de los 27 países miembros de la Unión Europea (UE) a asegurar el derecho a la libre circulación de trabajadores, como una forma para reducir el desempleo e impulsar el crecimiento económico.

"La libre circulación de los trabajadores es un principio clave del mercado único de la UE", sostuvo en rueda de prensa el comisario de Empleo, László Andor.

"Con unos niveles de desempleo mucho más elevados en algunos países que en otros, es especialmente importante facilitar que las personas que deseen trabajar en otro país de la UE puedan hacerlo", agregó.

Destacó el beneficio de la movilidad laboral para las economías de los 27 ya que "permite que las empresas cubran vacantes que, en otro caso, no se cubrirían, con lo que fabrican productos y prestan servicios que sin esa movilidad laboral no podrían producirse ni prestarse".

Bruselas estimó que el Producto Interno Bruto de Irlanda creció 3.0 por ciento y el de Reino Unido 1.2 por ciento entre 2004 y 2009, cuando los ciudadanos de República Checa, Estonia, Letonia, Lituania, Hungría, Polonia, Eslovenia y Eslovaquia tuvieron acceso a esos dos mercados laborales.

Los trabajadores migrantes por su parte ganan competencias y experiencia que no podrían poseer de otra manera y que les beneficiarán al regresar a sus países de origen, argumentó Andor.

No obstante, la falta de conocimiento de las normas comunitarias tanto de parte de empleadores como de empleados desanima a los europeos al momento de buscar trabajo en un país distinto al suyo.

Por ello, la CE propone obligar a los gobiernos nacionales crear puntos de contacto que proporcionen información, asistencia y orientación a los trabajadores migrantes de la UE y a los empleadores.

También sugiere permitir que los sindicatos, las organizaciones no gubernamentales y otras organizaciones inicien procedimientos administrativos o judiciales en nombre de trabajadores concretos en casos de discriminación.

Una encuesta realizada por Bruselas en 2011 reveló que 15 por ciento de los ciudadanos de la UE no se plantearía la posibilidad de trabajar en otro país de la mancomunidad por considerar que existen demasiados obstáculos.

Entre ellos las diferentes condiciones de contratación y retribución, condiciones de nacionalidad para acceder a determinados puestos, problemas con el acceso a prestaciones sociales y dificultades a la hora de convalidar cualificaciones y experiencias profesionales adquiridas en el extranjero.

"Estos obstáculos, además de tener consecuencias profesionales y personales para los individuos implicados, también afectan negativamente a su integración en el mercado laboral y la sociedad del país de acogida", sostuvo Andor.

En la actualidad, 3.0 por ciento de los trabajadores europeos, unos 9.5 millones de personas, viven y trabajan en un país distinto al suyo, mientras que otro 1.2 millones trabajan en un país distinto del que viven.