Caracas, 17 Abr (Notimex).- El presidente electo de Venezuela, Nicolás Maduro, restó hoy importancia a que el gobierno de Estados Unidos reconozca su triunfo en los comicios presidenciales del domingo pasado, y condenó su intervencionismo en asuntos internos.
En una reunión con gobernadores oficialistas, Maduro dijo respecto a Washington: "no nos importa su opinión" en torno a la validez de los resultados de los comicios, que el sucesor del fallecido presidente Hugo Chávez ganó con 50.7 por ciento de los votos.
"No nos reconozcan nada, no nos importa su reconocimiento, nosotros hemos decidido ser libres y vamos a ser libres con ustedes o sin ustedes, no nos importa su opinión", enfatizó.
Rechazó la opinión del secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, quien dijo que para reconocer la victoria de Maduro tendría que auditarse "voto a voto" cada centro de sufragio en Venezuela.
"Qué tiene que hablar usted de Venezuela, si bastantes problemas económicos, sociales y políticos agobian al pueblo estadunidense. Saque usted sus ojos de Venezuela, Jonh Kerry, fuera de aquí, ya basta de intervencionismo", dijo Maduro.
Afirmó que en su campaña electoral "enfrentamos una guerra de toda la burguesía contra el pueblo de Venezuela y contra la revolución bolivariana, apoyados directamente como nunca antes por factores de poderes imperialistas estadunidenses".
Destacó que tras la reelección del presidente Barack Obama, pensó que éste tendría "una posición distinta con América Latina", pero "la posición que tiene en relación a Venezuela, verdaderamente recuerda las épocas de(el ex dictador chileno Augusto) Pinochet".
"Porque el intervencionismo de Estados Unidos en los asuntos internos de Venezuela durante estos últimos meses, y particularmente durante la campaña fue brutal, vulgar, su coordinación directa con la burguesía (local) es realmente obscena", recalcó.
Maduro, por último, aseguró que aceptará la decisión que tome el Consejo Nacional Electoral (CNE), luego que este organismo analice la solicitud de la oposición en orden a realizar una auditoría del 100 por ciento de los votos.