Aseguran que pasado incaico de Santiago "completa su historia"

14 de Abril de 2013
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Santiago, 14 Abr. (Notimex).- La constatación de que Santiago de Chile tuvo un pasado incaico "completa su historia", dijo a Notimex el arqueólogo Rubén Stehberg, autor del estudio "Mapocho Incaico" junto al historiador Gonzalo Sotomayor.

El trabajo de ambos expertos constata, sobre la base de testimonios descubiertos en el subsuelo de esta capital, que la actual Santiago de Chile, a la llegada del conquistador Pedro de Valdivia, el 12 de febrero de 1541, era una ciudad de la frontera sur del Imperio Inca.

Santiago era un enclave del Tahuantinsuyo Sur, un centro administrativo, político, religioso y de cultura avanzada, según el estudio de los académicos chilenos, quienes revisan las versiones oficiales de la historia del "descubrimiento" de Chile.

Los datos históricos, incluido el testimonio del cronista Jerónimo de Vivar, ahora ratificados por las investigaciones de Stehberg y Sotomayor, confirman que Valdivia conocía perfectamente hacia donde venía y lo que encontraría.

Además, según el científico, el español actuó como todos los conquistadores e instaló sobre los establecimientos que existían en la localidad sus templos, centros administrativos, edificaciones y residencias para sus soldados, además de bodegas y caballerizas. Colocó como ejemplo que la Catedral Metropolitana de Santiago fue construida sobre un nivel ocupacional incaico "y se han encontrado numerosos fragmentos incaicos, incluso niveles de cenizas y cerámica muy decorada, desde 2.35 metros para abajo". "O sea, nuestra Catedral Metropolitana descansa o está construida sobre un nivel prehispánico", indicó Stehberg, lo que repite el hecho histórico de "la construcción de los templos de los conquistadores sobre los templos de los conquistados".

"Prácticamente en toda América pasó eso y la pregunta es por qué no se iba a dar aquí en Santiago, por qué aquí iba a ser diferente", comentó.

Aseveró que "aquí pasaron muchas cosas muy interesantes, que no están debidamente relatadas en nuestra historia, y el aporte que estamos haciendo es tratar de informar, completar la visión que se tenía hasta este momento".

La confirmación de la presencia incaica donde se ubica Santiago constata además "la gran integración que había con el resto del Tahuantinsuyo, que incluyó varios países, como parte de Argentina, gran parte de Perú, Ecuador, el sur de Colombia y Chile".

"Estábamos integrados a través de una red vial que era bastante desarrollada, con un sistema de postas. Y no es poco, porque el camino del Inca -Qhapag Ñam- llegaba a la Plaza de Armas. No es menor. Nos integraba", dijo el experto.

Con esta investigación divulgada hace unas semanas, puntualizó, "se ha validado el dato arqueológico, porque hasta ahora sólo lo que valía era el dato histórico, lo que citan las fuentes".

Añadió que, "de alguna manera, yo creo que la historia se ha estado relatando en forma un poquito incompleta, y nuestro aporte es ir completándola de a poco".

Stehberg y Sotomayor esperan seguir avanzando en sus estudios e investigar otros valles de la zona de la Región Metropolitana, como los de Lampa, del Maipo, Colina y Chacabuco, en busca de aclarar el pasado de Chile.