Cumplen 35 años Guillermo Velázquez y Los Leones de la Sierra de Xichú

10 de Marzo de 2013
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México, 10 Mar. (Notimex).- Con una fiesta espléndida, al ritmo de son arribeño, Guillermo Velázquez y Los Leones de la Sierra de Xichú celebraron la víspera 35 años de incansable carrera musical. El Teatro de la Ciudad "Esperanza Iris" acogió a esos artistas-cronistas del acontecer nacional a través de la lírica que los define.

Con la plena conciencia de su responsabilidad como depositarios de una tradición de música, baile y poesía mexicana, tuvieron como convidados de la celebración a Los Camperos de Valles, Guillermo Briseño, Licha Flores, Alexito Montaño, Gilberto Chávez y Hebe Rosell, autores afines a sus gustos artísticos.

No hicieron un muestrario de sones, jarabes o valonas (género poético-musical asociado en la Tierra Caliente a un conjunto instrumental conformado por un arpa llamada grande, dos violines, una vihuela y una jarana o guitarra de golpe), sino una producción que llevó al público a imaginar un viaje por el México entrañable.

El recital, titulado "Del México florido y espinudo" fue inspirado en el poema del mismo nombre de Pablo Neruda, comentó antes Guillermo Velázquez, para quien ese nombre refleja la condición actual del país: "Un territorio que no deja de florecer, de tener esplendor, pero también un territorio lastimado y dolido".

Bajo esa premisa y forma de contemplar el devenir nacional, elaboró un programa que abordó temas que tocan a todos los mexicanos, como el arraigo, la lucha, la migración, la situación de violencia en el norte, y el amor. Con ello, hicieron pensar a los asistentes por medio de la melodía y la poesía decimal, sin dejar de festejar.

Guillermo Velázquez Benavides, nacido en Xichú, Guanajuato, en 1948), es autor de más de un centenar de canciones, poesías decimales y compilador de diversos libros sobre la tradición del huapango arribeño o música de vara, y experimenta la música de tradición como un destino o una vocación, más que como un trabajo.

Fue un concierto interactivo, en el que la gente, feliz, aplaudió, arengó y cantó. Y quedó claro que durante 35 años de poner la palabra y el corazón por delante, han dado a la poesía decimal contenidos que no había tenido sino hasta mediados de los 70, cuando comenzaron a sumarle temáticas y crónica del acontecer nacional.

El concierto sirvió también para rendir un cálido homenaje a las generaciones de músicos y trovadores que les antecedieron y a quienes han formado parte de la agrupación durante más de tres décadas. En síntesis, Guillermo Velázquez y Los Leones de la Sierra de Xichú hicieron una suerte de retrospectiva de su carrera.

En palabras de Velázquez, festejar 35 años de carrera artística va más allá de un concierto; celebraron que no ha sido fácil, porque pese a no tener acceso a los espacios o a los medios que tienen mayor alcance, siguen total y absolutamente arraigados en su tierra y haciendo lo que les toca hacer, música y conciencia.

Siempre le ha interesado hacer una producción artística en el sentido más riguroso de la palabra, algo que emocione, que tenga significado. Con tal reflexión, el poeta y trovador Guillermo Velázquez dispuso para este concierto un programa entrañable del amado "México que nos duele", "Del México florido y espinudo".

Para el recital se presentó el formato original del grupo, es decir, dos violines, una jarana y una guitarra quinta huapanguera, interpretadas por Mario González en el primer violín, Nicasio López en el segundo, Arturo Lara en la jarana y el fundador y director del grupo, Guillermo Velázquez, como guitarrero principal.

Además, al concierto se incorporan Alejandro Montaño en el bajo eléctrico y el violinista huasteco Joel Monroy, que a su vez, fue el violinista del trío Los Camperos del Valle, uno de los invitados de honor para esa noche de celebración y gala en el siempre majestuoso escenario del Teatro de la Ciudad "Esperanza Iris".