Designa Papa a dos mexicanos auditores en cumbre mundial de obispos

22 de Septiembre de 2012
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Ciudad del Vaticano, 22 Sep (Notimex).- El Papa Benedicto XVI incluyó hoy a dos mexicanos como “auditores” en la asamblea ordinaria del Sínodo de los Obispos, una cumbre mundial que tendrá lugar en el Vaticano del 7 al 28 de octubre próximo.

Según informó la sala de prensa del Vaticano, los elegidos son José Prado Flores, fundador y director internacional de las Escuelas de Evangelización de San Andrés, y Enrique Glennie Graue, vicario general de la Arquidiócesis de México.

Junto a ellos fueron designados otros 48 auditores, representantes de los principales grupos, asociaciones y organismos de la Iglesia católica a nivel mundial. Del continente americano fueron incluidos representantes de Canadá, Cuba, Costa Rica y Estados Unidos.

Este mismo día, el Papa nombró otros 50 expertos, que también participarán en los trabajos sinodales que versarán sobre el tema “La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana”.

A la asamblea asistirá el arzobispo de Guadalajara y cardenal, José Francisco Robles Ortega, quien ya había sido designado por Benedicto XVI como uno de los tres presidentes delegados de ese encuentro.

Acudirá asimismo el arzobispo de la diócesis de Tlalnepantla, Carlos Aguiar Retes, actual presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam).

Otros participantes son los obispos Rogelio Cabrera López, de la diócesis de Tuxtla Gutiérrez; José Guadalupe Martín Rábago, de León; José Luis Chávez Botello, de Antequera-Oaxaca; y Alonso Gerardo Garza Terviño, de Piedras Negras.

La asamblea ordinaria del Sínodo de los Obispos es el máximo órgano de consulta y apoyo para el Papa en el gobierno de la Iglesia católica. Se reúne en el Vaticano cada dos años, por un espacio de 15 días, para debatir un tema específico.

Forman parte de ella los “padres sinodales” (aproximadamente unos 400, en su mayoría obispos de todo el mundo), los “auditores”, los “expertos” y los “invitados especiales”.

El trabajo se desarrolla mediante relaciones generales e intervenciones particulares de los padres que luego son discutidas en los “círculos menores”, grupos de discusión generalmente lingüísticos de los cuales surgen propuestas concretas.

Las contribuciones se votan al final de la asamblea y se incluyen en un documento que se manda al Papa. Con ellas el pontífice redacta un documento conocido como “exhortación apostólica postsinodal”, donde propone a todos los católicos las líneas de acción de acuerdo al tema referido.

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