Salud bucal brinda mejor calidad de vida a pacientes con hemofilia

17 de Abril de 2015
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México, 17 Abr 15 (Notimex).- El buen cuidado de los dientes y no solo de las articulaciones en pacientes con hemofilia brinda una mejor calidad de vida, aseguró el jefe del servicio de Estomatología Pediátrica del Instituto Nacional de Pediatría, Eduardo de la Teja Ángeles.

El especialista indicó que los pacientes con esta enfermedad no solo deben cuidar el aspecto motriz, sino también la alimentación y la masticación, con lo cual se evitan complicaciones que podrían poner en peligro su vida.

Enfermedades como la caries y la gingivitis representan un riesgo para estos pacientes porque favorecen el sangrado, por ello, mientras la dentadura se encuentre en buen estado se evitarán las complicaciones, detalló el experto en una entrevista con Notimex.

El médico también recomendó que los recién nacidos con hemofilia deben ser alimentados al pecho materno, pues de esa forma la mandíbula se desarrollará de manera normal y habrá una mejor posición dentaria.

Además, dijo que estos defectos en la dentadura se pueden prevenir si se impide al niño hábitos como chuparse el dedo y la llamada protusión lengual, como se le conoce cuando la lengua empuja contra o entre los dientes.

Mencionó que desde el nacimiento de los bebés se les enseña a las mamás cómo limpiarles con una gasa las encías y cómo usar el cepillo de dientes en los niños.

De la Teja subrayó la importancia de que los padres no tengan caries, ya que al ser ésta una enfermedad infectocontagiosa se puede transmitir al niño, lo que podría generar complicaciones en su salud.

Destacó que la conciencia que un niño tenga sobre su padecimiento depende de la motivación que tenga en casa, de modo que la familia debe tener una buena higiene.

Así, dijo, un niño con este mal es vigilado con más frecuencia, “le damos técnicas de cepillado, le aplicamos fluoruro y utilizamos medicamentos selladores para evitar que el alimento o el azúcar se almacenen y causen problemas”.

No obstante, agregó, uno de los mayores desafíos que enfrentan los especialistas es cuando un niño muda los dientes, pues no se puede predecir cuándo va a sangrar.

Comentó que hay niños que sangran demasiado, por lo que existen tratamientos específicos que consisten en dispositivos plásticos que se colocan en los dientes y que evitan los movimientos y con ello el sangrado.

El médico hizo énfasis en la coordinación multidisciplinaria que requieren estos niños, pues eso les garantiza una buena calidad de vida.

Las personas deben estar alertas ante la aparición de moretones, dolor en articulaciones y sangrados prolongados y frecuentes en los niños, porque pueden ser síntomas de hemofilia.

Este trastorno en la sangre, que impide su coagulación normal, debido a la alteración en la cantidad de una de las proteínas o factores de coagulación, tiene que atenderse de inmediato para reducir el riesgo de discapacidad y muerte prematura.

Las personas con hemofilia severa presentan en promedio 25 hemorragias al año; en tanto, los de hemofilia moderada cerca de tres hemorragias al año y los de leve ocasionalmente una, si existe algún traumatismo serio.

Los dos tipos más frecuentes de esta enfermedad son el tipo A, que representa de 80 a 85 por ciento de los casos y es heredada por las madres a sus hijos, y la variedad B, que se da de manera espontánea y tiene una prevalencia de 15 por ciento.

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