México, DF, 24 sep 13 (Cimacnoticias).- Alejandrina García Rojas, encargada del Programa de VIH y Mujeres de la organización civil Salud Integral para la Mujer (Sipam), se pronunció por ofertar servicios de prevención en las rutas de tránsito de las mujeres migrantes, protección efectiva contra la violencia sexual, así como para terminar con la práctica de relaciones sexuales como una forma de sobrevivencia.
Lo anterior porque está más que demostrado que durante el tránsito de las migrantes a sus lugares de destino tienen que sortear las agresiones sexuales, lo que las coloca en riesgo de contraer VIH.
Para la activista es importante cambiar el contexto de vulnerabilidad que atraviesan estas mujeres, toda vez que son sometidas a violencia sexual y física.
Aunque el fenómeno de la migración en mujeres no es nuevo, recientemente fue tomado en cuenta por las y los especialistas, quienes se percataron que durante su tránsito las mujeres viven más violencia sexual que los hombres, y ante esos actos violentos hay muy pocas posibilidades de negociar el uso del condón.
Alejandrina García señaló que han observado que las mujeres que deciden emprender una migración se preparan tomando anticonceptivos para evitar un embarazo durante el traslado, ya que están conscientes de que sufrirán violencia sexual y que “tendrán que usar su cuerpo como moneda de intercambio”, sumado a que buscarán relacionarse directamente con algún “pollero” (traficante de personas) y así evitar violaciones tumultuarias.
En estos trayectos que son una zona real de riesgo de infección para las migrantes –se informó durante el foro “VIH y mujeres: distintas miradas, distintas realidades”–, ellas no tienen oportunidad de negociar el uso del condón y además ante la amenaza de deportación, acceden a prácticas de riesgo.
Se detalló que la violencia física que viven estas mujeres durante estos trayectos también es un factor de contagio del VIH,sin embargo otras circunstancias también se suman, como los secuestros por parte de las redes de trata.
Sin embargo, a decir de la integrante de Sipam, a pesar de lo que viven, las migrantes están dispuestas a continuar con el trayecto que puede durar semanas o hasta años.
Por otra parte, Alejandrina García agregó que en 2006 se detectó que mujeres con VIH en el estado de Guerrero adquirieron el virus a través de sus parejas estables que habían emigrado a Estados Unidos.
Se observó que algunos hombres que regresan a su comunidad de origen no se realizan una prueba de detección del VIH.
Prevenir violencia sexual en zonas de tránsito migratorio
24
de Septiembre
de
2013
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