Urgen establecer protocolos para repatriación de menores migrantes

29 de Mayo de 2015
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México, 29 May 15 (Notimex).- El senador panista José María Martínez exhortó a las autoridades del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) y del Instituto Nacional de Migración establecer protocolos para recibir a menores mexicanos deportados de Estados Unidos y velar por su interés superior.

Cada año se estima que son deportados 15 mil niños mexicanos que intentan cruzar, sin compañía de familiares o guiados por traficantes, la frontera entre México y Estados Unidos y al regresar se encuentran sin un marco legal e incluso sin recursos para ser atendidos y reunidos en su caso con sus familias.

En entrevista, destacó que un reciente informe de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA) reveló que menores mexicanos no acompañados son detenidos por la Patrulla Fronteriza y carecen de protecciones para asegurar que no sean regresados a situaciones donde su vida o bienestar básico corran riesgos.

“Muchos de ellos vienen huyendo de situaciones de violencia en sus pueblos, en sus colonias e incluso al interior de sus familias, sin embargo el DIF no cuenta con protocolos para garantizar el interés superior del niño y casi siempre son retornados sin investigar a fondo las causas por las que decidieron emigrar”, indicó.

El legislador dijo que a nombre de su bancada presentará ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión un punto de acuerdo para exhortar a autoridades y delegaciones del DIF a presentar ante el Senado un informe sobre el número de menores repatriados, los estados expulsores, las causas de migración y el manejo que se les da.

Los menores mexicanos son deportados de Estados Unidos vía “fast track” a diferencia de los niños de origen centroamericano, lo cual ha provocado que muchos de los menores mexicanos en ocasiones se encuentren deambulando en ciudades fronterizas de México, advirtió el legislador del Partido Acción Nacional (PAN).

“En ocasiones los menores mexicanos son deportados por la llamada puerta giratoria sin que ninguna autoridad consular, del DIF o del Instituto Nacional de Migración (INM) les otorgue protección o resguardo”, añadió.

Asimismo, aseveró, el DIF debe ser el encargado del manejo y la custodia de los menores centroamericanos que son detenidos cuando intentan llegar a Estados Unidos, ya que se trata de infantes, no de adultos, por lo que no deben ser encerrados por meses ni criminalizados como ocurre actualmente.

De acuerdo con el senador por Jalisco, más de 50 mil niños no acompañados procedentes de Centroamérica llegaron a Estados Unidos en 2014, muchos de ellos muy jóvenes. Uno tras otro, los niños dijeron que huían de la violencia de pandillas en sus países de origen.

La mayoría de ellos, centroamericanos, aún se encuentran en Estados Unidos. Casi todos, aproximadamente 90 por ciento, han sido puestos al cuidado de familiares o un patrocinador y están a la espera de presentar su caso en una Corte de Inmigración.

Por el contrario, los niños de los países que comparten una frontera con Estados Unidos, mexicanos y canadienses, son deportados por la vía rápida y rara vez ven a un juez de inmigración, señaló.

“Los niños mexicanos no deberían ser procesados de forma diferente sólo porque son de un país vecino”, afirmó Maureen Meyer, coordinadora Principal del Programa de México y Derechos de Migrantes de la WOLA.

“En el actual sistema, muchos niños vulnerables no son detectados y son rápidamente retornados, a menudo a situaciones peligrosas”, indicó el senador de Acción Nacional.

Lamentablemente la ley impide a niños mexicanos acceder a estos derechos automáticamente. De hecho, cuando agentes de la Patrulla Fronteriza detienen a niños mexicanos que están cruzando a Estados Unidos, los evalúan in situ y tienen sólo 48 horas para transferirles fuera de su custodia, detalló.

La mayoría son procesados en unas horas y sólo se les realiza un cuestionario, muchas veces en inglés para preguntarles si no son víctimas de trata; no tienen un temor creíble de regresar; y si están dispuestos a retornar voluntariamente a México.

En uno de los pocos informes que evalúan los motivos de menores para migrar, el alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados halló en una encuesta que 59 por ciento de niños mexicanos detenidos cuando ingresaban al vecino país citaban la violencia como una de sus razones para abandonar sus hogares.

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