Jóvenes con discapacidad de NL tocan acordes de desarrollo y esperanza

24 de Mayo de 2015
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Monterrey, 24 May 15 (Notimex).- En un aula de dos metros de ancho por cinco de largo, ubicada en la Facultad de Música de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) jóvenes y adultos con capacidades diferentes integran el Grupo de Inclusión Musical (GIM), a través del cual logran brillar por su capacidad de interpretación.

La agrupación e investigación inició a través del cuerpo académico de la Facultad de Música (Famus) en el proyecto de “Aplicaciones de la Musicoterapia Didáctica” para integrar a los jóvenes con discapacidad intelectual o motriz.

Entre los objetivos del Grupo de Inclusión Musical es que sus alumnos sean capaces de integrarse al campo laboral dentro de grupos musicales y que esta integración no sólo sea académica, sino también laboral.

Silvia Viridiana Gámez Rábago es la coordinadora e iniciadora del Grupo de Inclusión Musical de la Facultad de Música, además de ser estudiante de octavo semestre de la Licenciatura de Música con especialización en Educación Musical.

Recordó, que antes de la creación del GIM, “a la facultad llegaban familias pidiendo este servicio, pero se les negaba, porque no había un departamento o un área que les pudiera dar esa atención”.

“Fue por mi inquietud de dar ese servicio y con base en la necesidad de la misma facultad que se creó el Departamento de Inclusión Musical”, añadió.

Al inicio del proyecto, en febrero de 2013, el Grupo de Inclusión Musical contaba únicamente con tres estudiantes, pero debido a la aceptación del programa, hoy en día cuenta con 30 alumnos con capacidades especiales, que gustan de tocar algún instrumento musical, cantar y bailar.

“Abrimos una puerta pequeña que si se abre más o si se hace más grande va a ser por determinadas circunstancias, pero nos sentimos orgullosas de haber abierto ese espacio donde los alumnos pueden desarrollar un sentimiento y expresarlo en un instrumento musical, así como mejorar sus habilidades de contacto social”, indicó.

Gámez Rábago afirmó que el GIM busca enfocarse principalmente en los avances cognitivos que tienen las personas con capacidades especiales por medio de la música, su razonamiento y su interpretación.

Recordó que antes de iniciar el curso, los integrantes se mostraban temerosos e inseguros al igual que sus padres, al cabo de unos meses, los alumnos han tenido distintas mejoras, se muestran más seguros e independientes, además de cambiar algunos aspectos de comportamiento.

Señaló el caso de Ezequiel Valdez, quien antes de ingresar al grupo no podía estar al frente de un gran número de personas, y tenía que ir del brazo de su hermana. Ahora que se ha integrado al programa, se ha vuelto más independiente en algunos aspectos.

Agregó que otra de sus alumnas con discapacidad intelectual y que iba una vez al mes con un psiquiatra a tratar sus alteraciones del comportamiento, al ingresar al grupo sufrió un cambio al disminuir considerablemente sus ataques, al grado de que en la actualidad, sólo una vez cada seis meses, acude con el especialista.

“La música desarrolla en los estudiantes su habilidad para socializar, su coordinación física y motriz y a través de ello se detectan sus necesidades para, a partir de ahí, obtener un desarrollo más pleno en su vida diaria”, apuntó.

Gámez Rábago mencionó que “en cada uno de ellos se va percibiendo un avance en sus habilidades cognitivas, que son la atención, la percepción y la memoria. Y así, conforme avanzan en las clases, desde un primer acorde ya saben qué canción se va tocar o bien responden de mejor forma ante patrones rítmicos que ellos perciben, escuchan y repiten”.

Destacó además que a través de este programa se observa un crecimiento de su autoestima y de su seguridad personal.

“Antes venían temerosos e inseguros y conforme van avanzando las sesiones se crea algo en ellos que los hace expresarse musical y personalmente y se van con una sonrisa de oreja a oreja”, expresó.

El programa de capacitación musical tiene una duración de cuatro semestres, sin embargo, se planea hacer cambios en este para que el programa tenga una duración indefinida dependiendo del alumno.

Actualmente, el Grupo de Inclusión Musical ha logrado un convenio con el Consejo Para la Cultura y las Artes de Nuevo León (Conarte) que incluye su participación una vez al mes, durante el período de agosto a diciembre, además de recibir donaciones en instrumentos para apoyo de los mismos alumnos.

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