Regiomontanos hacen apuesta de negocios con cacao en Chiapas

Monterrey, 29 Mar 15 (Notimex).- Jóvenes empresarios regiomontanos iniciaron una apuesta comercial al cacao y con productores de Chiapas, en búsqueda de resaltar la cultura maya y el trabajo artesanal del sureste.

Son los hermanos María, Eduardo y Bruno Garza Peña, quienes optaron por cambiar el ambiente citadino de Monterrey y emprender una aventura de negocios en San Cristóbal de las Casas, donde han abierto establecimientos de chocolate, vía publicidad “de boca en boca”, bajo el concepto “Cacao Nativa”.

María, una joven que estudió administración de empresas, refirió a Notimex que todo inició en 2013 con un viaje a esa ciudad, considerada capital cultural y turística de Chiapas, tras conocer una chocolatería.

Inicialmente la idea era poner una franquicia en tierras regiomontanas, pero decidieron adquirir el negocio y hacerlo crecer de una forma más dinámica; por lo que de poco más de 10 empleados, ahora dan trabajo a unas 60 personas.

“Hablamos con la dueña, le dijimos que queríamos todo el negocio y que la invitábamos a formar parte de la nueva chocolatería, ella accede, se firmó el contrato y al mes nos fuimos para Chiapas, sin conocer nada”, comentó.

“No nos presentamos como socios o accionistas directamente, nos venimos como si fuéramos estudiantes, entonces nos pusimos a trabajar en la chocolatería, viendo formas de trabajo, conociendo el producto”, mencionó.

El plan fue posicionar la marca, lo cual duró año y medio, y de una chocolatería en San Cristóbal, están por llegar a seis establecimientos, señaló la joven encargada de imagen.

“El chocolate es algo muy noble, que a todo mundo le gusta, tenemos muchas ventajas en el producto que ofrecemos, una es que es 100 por ciento natural y no se están usando químicos, es orgánico”, expresó.

“Al probar el consumidor la semilla del cacao, es una nueva experiencia, es una nueva visión de lo que es realmente un chocolate”, dijo María Garza Peña.

“Es un producto elaborado artesanalmente, no se usan máquinas para hacerlo, sí es más caro, pero estamos ayudando a alguien más, el poner máquinas puede salir más rápido la producción y te puede salir más barato, pero estás quitándole un empleo a una persona que lo puede necesitar”, manifestó.

“Cacao Nativa es una empresa 100 por ciento mexicana, que quiere resaltar tanto la cultura mexicana, como nuestros antepasados, lo que viene siendo la cultura maya, que fueron los primeros en comercializar con el cacao y de ahí se dio a conocer al mundo”, enfatizó.

“Ofrecemos chocolate caliente o frío y en frapé, pueden experimentar lo que es la semilla del cacao, mucha gente lo confunde con almendra o nuez, pero no, pero al momento de calentar la leche, empieza a soltar su sabor, de ahí tenemos chocolate en bombones, tabletas, barras de multigrano, galletas”, precisó.

El producto ha sido aceptado positivamente por la comunidad chiapaneca, así como por turistas nacionales y extranjeros, “porque no es fácil de encontrar”.

“En el sureste se da uno de los mejores cacaos del mundo y todo se exporta, por lo tanto es muy mal pagado, queremos hacer que todos esos productores puedan obtener la mayor ganancia posible, para poder seguir generando mayor empleo”, recalcó.

Eduardo Garza Peña expresó, por su parte, que el proyecto emprendido “no ha sido fácil, pero se disfruta, es una experiencia diferente, estás aprendiendo y además estás apoyando, el hecho de estar unidos directamente con el proveedor y buscar un pago más justo a lo que es el valor de ellos”.

“Es un comercio justo, Chiapas es un estado donde su población está en baja condición económica, pero en cuestión cultural es un estado riquísimo, tiene tantas cosas que la el turismo aprecia, como para ser un estado tan pobre económicamente, así que queremos brindar un apoyo”, dijo.

El joven, abocado a administrar el recurso humano en “Cacao Nativa”, señala que una prioridad es contratar a personal de origen chiapaneco o que refleje la cultura de esa región.

Bruno Garza Peña, otro de los tres hermanos emprendedores, se dedica a la administración del negocio, comentó que tras iniciar con una sucursal, se abrieron dos más, “nos funcionó bien y a finales de este mes de marzo tendremos seis”.

“Tenemos negocio con productores de café, de miel, de cacao, también estamos con artesanos de barro, en Amatenango, con carpinteros, estamos buscando que todo sea hecho prácticamente en Chiapas, a excepción de las máquinas, pero sí mesas, sillas e impulsar empleo”, subrayó.

Los hermanos Garza Peña desean impulsar también el diseño de productos artesanales “con causa”, en apoyo a comunidades étnicas de esa región de los Altos de Chiapas.