Movimientos sísmicos y derrames afectan municipios de Nuevo León

02 de Enero de 2015
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Monterrey, 2 Ene (Notimex).- El registro de movimientos sísmicos inusuales en municipios de la zona citrícola, así como el derrame de combustible en la cuenca del río San Juan, por una toma clandestina, fueron acontecimientos de relevancia en Nuevo León durante 2014.

De forma inusual, durante el año pasado más de 100 temblores, con una intensidad máxima de 4.5 grados en la escala Richter, se percibieron en comunidades de Los Ramones, General Terán, Cadereyta Jiménez, Linares, entre otros municipios.

El subdirector de Investigación de la Facultad de Ciencias de la Tierra de la Universidad Nacional Autónoma de Nuevo León (UANL), Juan Carlos Montalvo, explicó que esos sismos se asocian a un sistema de fallas en esa región, y que están en etapas de activación.

“Podemos ver que es una cantidad considerable, tomando en cuenta que siempre se había asumido que era una zona donde no temblaba, o una región asísmica”, aclaró a Notimex.

Consideró que estos fenómenos son “de llamar la atención, es atípico, pero lo que hemos encontrado es que en la región ha habido actividad sísmica desde hace mucho tiempo, tan antigua como desde inicios de 1800”.

Montalvo Arrieta refirió que desde 2006 se tiene un control más detallado de dónde ocurren movimientos telúricos, de qué magnitud y profundidad es y sobre todo, si sucede cerca de centros urbanos.

“La actividad sísmica va a continuar y también hay probabilidad de que puedan ocurrir sismos todavía incluso mayores”, señalo.

Recordó que el sismo de mayor magnitud fue de 4.5 grados y se detectó en la presa El Cuchillo, al suroeste de la cabecera municipal de China, pero con base en las condiciones geológicas de la región alertó que pueden ocurrir otros con rangos de magnitud de cinco a seis grados.

“Todo esto obliga a modificar comportamientos preventivos y de construcción porque no estamos preparados para fenómenos naturales de ese tipo”, entonces la población debe empezar a acostumbrarse a que es una región donde hay más temblores de los que originalmente se pensaba.

Además de los temblores atípicos en la entidad, la zona citrícola del estado enfrentó durante el 2014 un daño ambiental que afectó sus actividades agrícolas y pecuarias.

Lo anterior, luego de que durante agosto pasado cuatro mil barriles de petróleo fueron derramados en la Cuenca del Río San Juan, como consecuencia de una toma clandestina localizada en el kilómetro 463.5 del oleoducto Madero-Cadereyta

De acuerdo a reportes de Petróleos Mexicanos (Pemex) y de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), el hidrocarburo avanzó en un radio de siete kilómetros, en el sector del municipio de Cadereyta, unos 60 kilómetros al oriente de Monterrey.

Por lo anterior, la empresa petrolera dispuso más de 500 personas para las labores de limpieza en las márgenes del río y en la acequia, afectados por la contingencia ambiental, por un lapso aproximado de dos meses.

Ejidatarios del municipio de Cadereyta Jiménez estimaron en al menos 10 mil toneladas de naranja las pérdidas, por falta de riego, tras el derrame de hidrocarburo en el río San Juan.

Por otra parte, para el área metropolitana de Monterrey, 2014 fue un año de reestructura y modernización de los sistemas de transporte urbano de pasajeros, toda vez que se puso en operaciones el Sistema Ecovía e inició la construcción de la Línea 3 del Sistema de Transporte Colectivo Metrorrey.

La Ecovía inició actividades el 28 de enero pasado con un parque inicial de 30 camiones confinados en carriles exclusivos, a lo largo de 30.1 kilómetros y una inversión de mil 637.5 millones de pesos.

Se proyecta disponer de 80 autobuses con tecnología de punta, que recorrerán de la terminal de integración Lincoln, al noroeste de Monterrey, a los límites con el municipio de García, hasta la terminal de integración Valle Soleado en Guadalupe, con 39 estaciones intermedias.

De esta forma, el sistema de transporte colectivo Ecovía conecta de oriente a norponiente al área metropolitana local, para beneficio potencial de 582 mil personas.

Este medio beneficiará directamente a los municipios de Monterrey, San Nicolás y Guadalupe, además a través de las rutas alimentadoras beneficiará a los municipios de Apodaca, García y Santa Catarina.

Este nuevo sistema de transporte urbano implicó la reestructuración del recorrido de rutas del transporte urbano, con la proyección de que salgan de circulación al menos 200 camiones de 45 rutas del corredor Lincoln-Ruiz Cortines.

Además, durante 2014 inició la construcción de la Línea 3 del Metro que abarcará 7.5 kilómetros de longitud, desde la Macroplaza hasta el Hospital Metropolitano. Dicha obra beneficiará a más de 280 mil personas a diario y se complementará con 65 kilómetros adicionales de Transmetro.

En su longitud tendrá 550 metros de tramo subterráneo (Zaragoza-Barrio Antiguo) y seis mil 650 metros de tramo elevado (Macroplaza- Hospital Metropolitano), con 300 metros de transición.

Dispondrá de ocho estaciones de abordaje y descenso de pasaje, contará con 22 vagones climatizados e incluye una red de 68 kilómetros para Transmetro, a través de tres rutas dirigidas a zonas de alta concentración poblacional como son: Diego Díaz de Berlanga, Adolfo López Mateos y Rómulo Garza.

Con la Línea 3, conectada con la 1 y 2, así como con la Ecovía, se espera beneficiar directamente a más de 280 mil usuarios, incluyendo las líneas de Transmetro, de los municipios de Monterrey, San Nicolás de los Garza, Guadalupe y Apodaca.

Con ello se logrará una conexión más eficiente entre las áreas urbanas de mayor crecimiento con el centro de la metrópoli, con ahorros estimados de 12 millones horas-hombre, las cuales se traducirán en menos tiempo de traslado para la población.

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