Urge mejorar instrumentos de prevención en desastres naturales

09 de Diciembre de 2014
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México, 9 Dic (Notimex).- En México, cerca de 71 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) podría afectarse severamente por el impacto de desastres naturales; de ahí la urgencia de mejorar los instrumentos de prevención para contrarrestar los efectos caudados por dichos fenómenos, advirtió la aseguradora Axa México.

En su análisis Reflexiones sobre Cambio Climático y Desastres Naturales, el presidente de Axa, Xavier de Bellefon, indicó que se requiere poner atención en los mapas de riesgos del país, pues sólo 14 estados tienen estos instrumentos pero no cubren terremotos, huracanes e inundaciones y no se precisa el grado de exposición a esos tres tipos de fenómenos naturales.

Asimismo, refirió que hay cuatro estados que no tienen mapas de riesgo, entre ellos, Baja California Sur que en septiembre pasado fue afectado por el huracán Odile (que generó pérdidas cercanas a 16 mil millones de pesos), mientras que sólo dos entidades cuentan con atlas de riesgos actualizados a 2012.

“Esto es muy importante, los mapas de riesgo tienen que actualizarse con frecuencia para que sean efectivos porque las zonas de riesgos pueden comenzar a modificarse”, señaló.

En conferencia de prensa, estimó que en México 68 por ciento de la población está expuesta a los riesgos asociados a huracanes, inundaciones, sequías y terremotos.

Así, Axa Seguros propuso cuatro soluciones que pueden implementarse para hacer frente al impacto de estos fenómenos en el país: disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero, mejorar las acciones de prevención y atención inmediata ante desastres, impulsar nuevos esquemas de protección y aseguramiento y alertas de innovación con nuevas tecnologías.

En materia de emisiones de gases de efecto invernadero en el país, se propone otorgar deducciones fiscales a empresas que participen en acuerdos voluntarios de reducción de emisiones; promover la inversión en transporte público bajo en emisiones y crear un programa que promueva el uso de vehículos eléctricos en el país, así como fomentar la eficiencia energética en el sector público y privado.

En cuanto a mejorar las acciones de prevención y atención inmediata ante desastres, se sugiere crear un Reglamento Nacional de Construcción o Edificación; actualizar el Atlas Nacional de Riesgos por localidad y crear un sistema de vigilancia que evite asentamientos humanos en zonas de alto riesgo.

A estas acciones se suma el incremento a la cobertura de los sistemas de alerta meteorológica y sísmica del país y diseñar protocolos de atención inmediata por parte de las aseguradoras ante desastres naturales de gran magnitud.

Para impulsar nuevos esquemas de protección y aseguramiento, se plantea promover una regulación que fomente el aseguramiento obligatorio de viviendas contra desastres naturales en las zonas más vulnerables; crear un seguro catastrófico básico con opción a potencializarse con la participación de gobierno y aseguradoras.

De igual forma, extender la cobertura del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) para cubrir a segmentos más altos de vivienda a través del Infonavit y el Fovissste; aprovechar los programas federales Prospera y Crezcamos Juntos para fomentar la formalización y el aseguramiento de sus beneficiarios contra desastres naturales; aumentar la cobertura de los seguros paramétricos.

En cuanto a las alertas de innovación con nuevas tecnologías, se establece convocar a emprendedores para que diseñen soluciones innovadoras para reducir emisión de carbono, optimizar alertas de prevención y soluciones en materia de energías renovables

“México ha registrado grandes avances en protección civil: hoy se cuenta con mecanismos exitosos como la Alerta Sísmica; instituciones como el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) y fondos de rehabilitación como el Fonden; sin embargo, los esfuerzos están enfocados en reconstruir más que en prevenir”.

Por lo anterior, es necesario fortalecer las acciones de prevención, mitigación y recuperación física y económica frente a este tipo de eventos catastróficos”, destacó Xavier de Bellefon.

El documento destaca que, entre 1980 y 1990, los fenómenos causados por el cambio climático causaron daños anuales por 730 millones de pesos; en contraste, entre el 2001 y 2010, el costo promedio ascendió a 21 mil 950 millones de pesos, casi 30 veces más.

Entre 2007 y 2014 el gobierno mexicano asignó 27 mil 635 millones al Fonden para acciones de reconstrucción y solo dos mil 256 millones de pesos al Fondo para la Prevención de Desastres Naturales (Fopreden).

En este contexto, en 2013 la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) recomendó a México elevar su inversión en prevención del riesgo de desastres naturales.

El documento apunta que un mercado eficiente de seguros es clave para lograr una mayor prevención y adaptación frente a los riesgos de desastres naturales.

Tras el impacto del huracán Odile en Baja California Sur, resaltó, la industria hotelera logrará recuperarse más rápido debido a la amplia penetración de los seguros, superior a 90 por ciento.

En contraste, el fenómeno causó mayor carga financiera a las familias del estado, ya que sólo 5.0 por ciento estaban aseguradas contra daños causados por fenómenos hidrometeorológicos.

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