Plaza Gustavo Baz de Tlalnepantla guarda recuerdos de la Revolución

23 de Noviembre de 2014
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Tlalnepantla, Méx., 23 Nov 14 (Notimex).- En los años de la Revolución mexicana, este municipio fue la puerta de entrada de los batallones, donde hoy está el Ayuntamiento, la Catedral y diversos comercios, era un punto de reunión, incluso se encontraba la sede del cuartel militar.

El cronista de esta localidad, Francisco Lozada, comentó que esta zona tiene una anécdota de aquella época y que incluso se mantiene vigente cada 27 de diciembre.

“En los años de la Revolución, habían mandado una máquina del ferrocarril, conocida como la Máquina Loca, cargada de dinamita que tenía como destino las vías del tren que estaban en el cuartel general para sacarlos, terminar con ellos”, narró.

Por fortuna, dice la historia, el general del ejército militar, de apellido Salas, logró bloquear esta máquina del ferrocarril en el punto conocido como tierra adentro, donde está Aceros Nacionales.

En tierras de cultivo hizo explosión la máquina, sin causar daños a la población, deteniendo la misión con éxito, mencionó el historiador.

Desde esa fecha, en Tlalnepantla se estableció el 27 de diciembre como la fiesta del Señor de Las Misericordias, patrono de esta localidad, para dar gracias porque la Máquina Loca no llegó a su destino para volar la zona principal de la Villa de Tlalnepantla.

El cronista indicó que cada año se realiza una verbena y misa en la Catedral central, para recordar este hechos histórico generación tras generación, aunque reconoció que conforme han pasado los años, los asistentes a este evento han disminuido.

Este punto era el paso de todos, no fue un punto de batallas como otros, pero todos los generales llegaban como antesala previa a su arribo a la capital de la República.

“Incluso lo que hoy es la plaza Gustavo Baz, fue el escenario de reunión después de los triunfos”, dijo Lozada.

“Benito Juárez, tras el triunfo de la Guerra de Intervención en el Cerro de las Campanas, antes de llegar con Don Porfirio Díaz a los llanos de Tacubaya, primero llegó a este punto, aquí se preparó para su arribo del triunfo”, recordó.

El cronista de Tlalnepantla apuntó que a pesar de que durante la Revolución, este fue el camino principal de la batallas, el primer y único camino que había hacia el norte, por cuestiones de la vida para los años cincuenta, el camino no estaba habilitado como tal.

Lozada mencionó que la plaza fue punto de paso de muchos revolucionarios, pero después de las batallas no era utilizado.

Lamentó que uno de los puntos de reunión o llegada principal de los generales como Alvaro Obregón y Venustiano Carranza, la antigua estación del ferrocarril, en avenida Zaragoza, no fue conservada, aun cuando pudo haber sido un monumento de la Revolución y fundación del ferrocarril.

Así, dijo Lozada, la plaza Gustavo Baz y el centro de Tlalnepantla, guardan el paso de las fuerzas rebeldes como de las constitucionalistas y las memorias del cuartel.

Y en su Catedral, cada 27 de diciembre se recuerda el éxito de la desviación de la Máquina Loca que pretendía acabar con el cuartel general.

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