Cuba: Amor entre mujeres

25 de Mayo de 2015
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La Habana, Mayo 15 (Especial de SEMlac).- Aunque muchas veces pasan inadvertidas y sobreviven bajo presiones y escarnio público, las relaciones lésbicas construyen historias de amor y compañerismo.

"Más que nada es equilibrio entre las dos, lograr complementarnos. Claro que tiene que haber amor de pareja, amor sexual, pero va más allá de eso", confiesa Elizabeth mientras Mónica le sigue y apunta: "Para durar tantos años hace falta saber cómo enfrentar cada etapa por la que pasa una pareja".

Para estas jóvenes lesbianas, poco a poco toma color un proyecto de vida que implica trabajo, amor y futuro. Ellas fueron las primeras mujeres homosexuales que tuvieron una boda simbólica acogidas por el Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), en 2006.

Las fotos de sus poses sonrientes, mientras entrelazaban ramos de rosas y sus vestidos blancos se mezclaban en la terraza del Cenesex, pasaron de mano en mano y recorrieron páginas web nacionales y extranjeras.

Nueve años después, reconocen que compartir ha sido la base de todo. Hoy son dueñas de la dulcería El Arca de Noé, en la céntrica calle 23, del Vedado capitalino.

"Mirando a futuro, siempre queremos crecer y construir un espacio como jóvenes y como pareja que no hemos encontrado en La Habana. Un espacio como estar en casa. Un lugar donde a nosotras nos gustaría ir", comenta Mónica.

La sal de la exclusión…
Mónica Collazo Cano, de 27 años, y Elizabeth Cabrera Espinosa, de 36, han sorteado prejuicios y estereotipos. Para ellas, no existe una distribución, según roles femenino o masculino, al interior de la pareja, y eso las fortalece.

"Yo conozco a otras parejas que sí reproducen esas diferencias. Y realmente no lo entiendo. Nosotras nos complementamos por nuestros caracteres y no por lo supuestamente femenino o masculino", reconoce Mónica.

Según testimonios de mujeres lesbianas y especialistas en terapia sexual, la reproducción de estereotipos machistas al interior de las relaciones lésbicas puede causar malestar y violencia.

Lamentablemente, deconstruir la lesbofobia social e internalizada sigue siendo un reto. Activistas han denunciado en varios foros la invisibilidad que sufren las mujeres lesbianas y su ausencia de estudios, foros y espacios de activismo.

"Ha sido muy fácil invisibilizar a las mujeres lesbianas. Por eso la lesbiana elige el silencio y trata de pasar inadvertida. Para que esa característica y parte importantísima de tu ser no exista, esté callada. Tienes que poner en un limbo tus relaciones y hablar de 'esa persona que yo quiero'", confiesa a SEMlac la activista Teresa de Jesús Hernández.

Esta realidad afecta en muchas ocasiones el desarrollo de una sexualidad plena y las relaciones afectivas. Un estudio realizado en la ciudad de Cienfuegos, en el centro de la isla, revela el impacto de los prejuicios sociales en la sexualidad, vida en pareja y salud sexual de 25 mujeres lesbianas.

Aunque el total de las consultadas fueron conscientes de su identidad homosexual antes de los 20 años de edad, la mayoría esperó al menos cinco para "salir del closet".

Según la investigación "Salud sexual y desarrollo de la sexualidad de mujeres lesbianas en edad adulta", que publica la revista Sexología y Sociedad, influyen en la auto represión de la sexualidad lésbica "la inseguridad, el miedo y la incertidumbre por la falta de aceptación social y de su propia familia, así como el temor a ser discriminadas por no obedecer a las normas heterosexistas y excluyentes de la sociedad actual".

Teresa de Jesús conoce esta realidad cotidiana en la que "muchas tienen que vivir en el no reconocimiento de sus sentimientos y relaciones porque, cuando decides hablar abiertamente de tu sexualidad, sabes que vas al encuentro de la aceptación o la no aceptación".

La convivencia con la familia es otro punto neurálgico. El grupo de investigadores apunta que, de las encuestadas, 76 por ciento de las mujeres lesbianas conviven con sus familias de origen, 16 con su pareja y solo ocho por ciento con su familia y pareja.

Pero hacer una familia propia todavía es difícil en Cuba, donde al asumir este proyecto, las parejas y familias homosexuales se encuentran desprotegidas en materia legal.

La aprobación del anteproyecto de Código de Familia se ha postergado por la emergencia de leyes más necesarias, según han expresado públicamente funcionarios del gobierno. En los últimos años se aprobó el nuevo Código del Trabajo, el Código del Tránsito y la Ley Tributaria, entre otras regulaciones referidas principalmente al ámbito económico.

Sin embargo, activistas cubanos no cejan en su empeño de lograr plenos derechos para las parejas homosexuales. Una página en Facebook a favor del matrimonio igualitario en Cuba recoge opiniones y demandas de la comunidad LGBTI cubana.

También Mariela Castro Espín, directora del Cenesex, afirmó que la institución que dirige sigue trabajando por lograr los cambios legislativos necesarios.

Durante las actividades de la VIII Jornada Cubana contra la Homofobia, Castro Espín afirmo que "no nos hemos quedado tranquilos", refiriéndose al Código de Familia que, entre otros aspectos, legalizaría las uniones homosexuales, no así la adopción.

Estrategias para un sueño…
Aún fuera de la ley, Mónica y Elizabeth sueñan con construir una familia. Ambas quieres pasar por la experiencia del embarazo y se encuentran ahora pensando las posibilidades, que en la actualidad son escasas.

Ambas viven un momento difícil en el que tienen que encontrar el mejor modo de realizar ese sueño. Debaten mucho sobre las implicaciones y la participación de una figura paterna, entre otras cuestiones.

Cómo llegar a embarazarse forma parte de todos esos escollos por salvar. Una de las opciones es la reproducción asistida, pero la posibilidad sería fuera de Cuba y para ello deben empeñar "los ahorros de toda la vida".

"Es ilógico porque el país ahora mismo vive una crisis de envejecimiento poblacional y baja natalidad. Entonces, las mujeres lesbianas que queremos ser madres no tenemos acceso a las consultas de reproducción asistida que son solo para parejas heterosexuales", denuncia Elizabeth.

Ariel Arcaute, estudioso de familias homoparentales, afirma que, contrario a los prejuicios sociales, las parejas de un mismo sexo tienen fortalezas que las ubican en una posición positiva a la hora de enfrentar la maternidad o la paternidad.

"Como las relaciones sexuales no producen embarazos, tienen tiempo de madurar la idea. O sea, nunca existirán embarazos accidentales y, por el contrario, un hijo o hija siempre será muy deseado y esperado", comenta a SEMlac el especialista del Grupo de investigaciones de familias del Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociales (CIPS).Por Lirians Gordillo Piña ([email protected])

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