Apuesta Italia a superar la recesión en 2015

04 de Marzo de 2015
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Roma, 4 Mar 15 (Notimex).- Con un previsto aumento del 0.1 por ciento del PIB en el primer trimestre de 2015, la economía italiana parece salir de la recesión más larga y profunda de las últimas décadas, aunque el camino de la recuperación aún tiene obstáculos.

“En Italia, el 2014 fue otro año de recesión, pero desaparecerá en 20015”, aseguró el ministro de Economía, Pier Carlo Padoan al participar en enero pasado en un acto ante el Parlamento Europeo.

Insistió que existen los elementos para que este año sea considerado el de la recuperación de la economía italiana, que ha sido -entre las de las naciones desarrolladas- la más lenta en superar la fase recesiva.

De acuerdo con datos del Instituto de Estadísticas (Istat), en 2014 el Producto Interno Bruto (PIB) italiano cayó 0.4 por ciento, frente a los descensos del 1.3 y del 2.4 por ciento registrados, respectivamente, en 2013 y 2012

El mismo instituto estimó que en el primer trimestre de este año el PIB del país de la bota aumentará 0.1 por ciento.

También publicó otros datos que, en su conjunto, certificarían el inicio de la recuperación, como un ligero incremento de precios estimulado por la mayor demanda, o el aumento de la confianza de consumidores y empresas.

Un apartado diferente, sin embargo, mereció el mercado laboral, pues según el Istat no muestra aún señales claras de una inversión de tendencia respecto a su comportamiento en 2014, cuando la tasa de desocupación llegó al 12.7 por ciento, su mayor nivel desde 1977.

De acuerdo a un estudio de la Confederación de Industriales italiana (Confindustria), 2015 podría ser el año que marcará el final de la crisis, con una recuperación determinada por aspectos como la devaluación del euro, la caída de los precios del petróleo, la aceleración del comercio mundial y la disminución de las tasas de interés a largo plazo.

Para Confindustria la interacción de esos factores podría tener enormes repercusiones en el aumento del consumo italiano, que desde hace años están prácticamente congelado.

El final de la crisis estaría también confirmado por el aumento del 0.3 por ciento de la producción industrial registrado en enero pasado, frente a una caída de las mismas dimensiones en el último trimestre de 2014.

Sin embargo, nadie duda que las consecuencias y efectos sociales de la crisis tardarán años en ser superados.

Un reciente reporte de la organización católica Caritas advirtió que el aumento de la pobreza y de la exclusión social determinado por la recesión fue agravado por las políticas de austeridad patrocinadas por organismos como la Comisión Europea o el Fondo Monetario Internacional.

Dijo que en los siete países comunitarios más afectados por la crisis (Italia, Grecia, Portugal, España, Rumania, Irlanda y Chipre) el 31 por ciento de la población vive abajo del umbral de la pobreza.

En particular, destacó que en Italia una de cada cuatro personas está en esa condición, aunque en Rumania la relación es de casi una de cada dos.

En ese sentido, el último informe del Instituto de Estudios Políticos, Económicos y Sociales (Eurispes) resaltó que casi la mitad de los italianos tiene dificultades para llegar a fin de mes con su salario, además de que ha sufrido la drástica reducción de su poder adquisitivo.

Gian María Fara, presidente del Eurispes, dijo que mientras la crisis pesa, el Estado sobrevive nutriéndose del pago de mayores impuestos de sus propios ciudadanos y empresas, es decir, de la sociedad, cada vez más exhausta y escéptica.

“Mientras que la economía se cae a pedazos y la sociedad vive un peligroso proceso de desarticulación, vemos el triunfo de un aparato burocrático omnipotente e invasivo, en grado de controlar todo momento de la vida del ciudadano”, señaló.

Para el Eurispes, uno de los más graves efectos sociales de la crisis ha sido el incremento del desempleo, que indirectamente ha reforzado el ejército de euroescépticos, ha estimulado la antipolítica y favorecido el florecimiento de movimientos populistas.

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