Museo del Prado exhibe “La lechuga”, tesoro del arte colombiano

02 de Marzo de 2015
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Madrid, 2 Mar 15 (Notimex).- El Museo del Prado dentro de su programa “Obra invitada”, expone desde hoy y hasta el 31 de mayo, la custodia de la Iglesia San Ignacio de Bogotá, conocida como “La Lechuga” por el verde de sus esmeraldas.

La exhibición de la obra, que se presenta en el marco de la Visita de Estado del presidente Juan Manuel Santos a España, marca la presencia de Colombia como invitado especial de ARCOmadrid 2015, que concluyó ayer, además de que es la primera vez que la pinacoteca española presenta como obra invitada una pieza no pictórica

Una vez termine su exhibición en España, volverá al Museo de Arte del Banco de la República de Bogotá, en Colombia, en donde se seguirá exponiendo de forma permanente y gratuita.

El presidente colombiano Juan Manuel Santos visitará mañana el Museo del Prado, en compañía del presidente de Gobierno, Mariano Rajoy, y el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Juan Ignacio Wert, realizando un recorrido en el que se prestará especial atención a la exhibición de esta obra.

Este tesoro del arte barroco elaborado en la entonces Nueva Granada fue obra del orfebre José Galaz, a quien le tomó siete años terminarla (1700 a 1707) y se considera una de las joyas religiosas más ricas y hermosas de Hispanoamérica.

“La lechuga” tiene mil 485 esmeraldas, un zafiro, 13 rubíes, 28 diamantes, 62 perlas barrocas y 168 amatistas.

La excepcional pieza se encuentra en la sala 18 A del edificio Villanueva, sala que reúne obras de Claudio Coello, Francisco Herrera el Mozo y José Antolínez, autores de pinturas dinámicas, coloristas y arrebatadas en las que, al igual que en “La Lechuga”, riqueza, cromatismo y esplendor se pusieron al servicio del culto católico.

“La Lechuga” fue realizada en oro de 18 quilates en la entonces Nueva Granada y constituye el testimonio de lo que sucedió durante el Barroco en tierra de orfebres, y de cómo este estilo artístico encontró nuevas dimensiones en un territorio en el que abundaban el oro y las esmeraldas.

Un territorio en el que estaba aún viva la cultura indígena de los más destacados orfebres del continente. En esta custodia se observa, en la parte superior, un sol decorado con 22 rayos mayores ondulantes que rematan en pequeños soles adornados con esmeraldas y 20 rayos menores que rematan en perlas barrocas.

En la parte superior del sol, se encuentra una cruz con esmeraldas y, como decoración, rodeando este sol, figuras de hojas de vid y de pequeños racimos de uvas, símbolos de Cristo y la eucaristía.

Esta es la parte más importante de la custodia, pues está destinada a exponer a la vista de los fieles, dentro del habitáculo o viril bordeado también por perlas y 63 rayos, la hostia.

En la parte media, se observa la figura de un ángel con las alas extendidas y los brazos elevados que sostienen el sol. Este tipo de imaginería fue característica de la Compañía de Jesús, comitente de la custodia, que usó las representaciones angélicas como estandarte de su evangelización en América.

De hecho, los jesuitas tomaron la imagen del ángel como parte fundamental del ejército de Dios en los cielos y se identificaron con el culto angélico al concebirse a sí mismos como parte del ejército espiritual al servicio de Cristo en la tierra.

Debajo del ángel se ubican dos nudos abarrocados de donde, con toda seguridad, el sacerdote tomaba la custodia para elevarla y mostrarla a los fieles.

Finalizando se encuentra la peana, que constituye la base de la custodia, con ocho lóbulos. Ahí el orfebre remató su obra con una decoración de hojas de acanto y nuevamente hojas de vid y uvas donde, además, se observan, como soportes de la custodia, algunas figuras zoomorfas y querubines intercalados.

“La Lechuga” es la sexta obra invitada al Prado después de “Virgen con el Niño y ángeles”, de Jean Fouquet (1452), del Museo Real de Bellas Artes de Amberes en 2014 y “Retrato de caballero” del Museo Metropolitano de Nueva York en 2012.

Asimismo, “La acróbata de la bola” (1905) de Pablo Picasso, conservada en el Museo Pushkin de Moscú en 2011; “El descendimiento” de Caravaggio, conservado en los Museos Vaticanos en 2011 y “Las hijas de Edward Darley Boit”, de John Singer Sargent del Museo de Bellas Artes de Boston en 2010.

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