Managua, 19 Dic (Notimex).- Nicaragua se encuentra hoy en un momento decisivo de su historia: el inicio del proyecto de construcción de un canal interoceánico, que ha dividido a la sociedad entre quienes apoyan y creen que se trata de un salto en el desarrollo económico y quienes dudan de su ejecución ante la magnitud de la obra.
El proyecto parece imparable. La ceremonia de inauguración se realizará en forma simultánea en Managua y Rivas, en el sur del Pacífico, el próximo lunes, anunció la empresa concesionaria china HKND Group.
Las manifestaciones campesinas de protesta pacífica llegaron a Managua la semana pasada, bajo el temor de expropiaciones de tierras a lo largo de la ruta canalera de 278 kilómetros, de ellos 105 surcarán las aguas del Lago Cocibolca (Nicaragua), y el daño ambiental.
“Chinos fuera, chinos fuera”, gritaban miles de campesinos y productores en Managua, el miércoles 10 de diciembre.
A finales de noviembre, un informe técnico de HKND que excluyó los estudios de impacto ambiental y económico, no contribuyó a menguar la desconfianza de los opositores.
La magnitud de la obra solo puede tener “intereses geopolíticos” y “la entrega de la soberanía” al enigmático empresario chino Wang Jing, dijo a Notimex el diputado liberal Adolfo Martínez Cole.
“Todo es mentira”, declaró a Notimex, el excoronel sandinista Hugo Torres. La apresurada obra -con una inversión estimada en 50 mil millones de dólares- “no puede realizarse sin estudios de factibilidad ambiental ni viabilidad económica”, añadió.
El diputado Adolfo Martínez Cole dijo que esta es una “empresa de papel” que construirá, operará y administrará el canal por un plazo de 50 años y una prórroga por un período de 50 años, y una variedad de “subproyectos” de magnitudes nunca vistas.
El proyecto con puertos Este y Oeste en los litorales del Caribe y el Pacífico, un aeropuerto, centros turísticos, zonas francas y carreteras, comenzará con la apertura de caminos de penetración en ambos litorales para el ingreso de la maquinaria pesada, según HKND.
Hugo Torres opinó que la iniciativa puede ser “el aglutinador” del descontento social y despertar “la rebeldía” de la población campesina cuyas tierras será afectadas por la ruta canalera en sureste y suroeste de Nicaragua.
“Hay que manifestarse pacíficamente” en contra de “la destrucción de la mayor fuente de agua dulce” en el Lago de Nicaragua, más de ocho mil kilómetros cuadrados de extensión, precisó el exguerrillero sandinista y hoy adversario político del presidente Daniel Ortega.
Ortega ha defendido el proyecto como el único capaz de aliviar la situación de pobreza que afecta a más de 40 por ciento de los seis millones de habitantes del país centroamericano.
El Producto Interno Bruto (PIB) daría “un salto” al 10 por ciento en los primeros años y se generarán 50 mil empleos en la etapa de construcción y 200 mil en su operación, afirmó el gobernante.
El crecimiento económico en 2014 ascenderá a 4.2 por ciento, una tasa “insuficiente” para superar el flagelo social de la pobreza, de acuerdo con organismos financieros.
Anuncio de proyecto de canal en Nicaragua crea desconfianza opositora
19
de Diciembre
de
2014
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