Gobierno de Australia interpreta la toma de rehenes como advertencia

18 de Diciembre de 2014
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Sídney, 18 Dic (Notimex).- El primer ministro de Australia, Tony Abbot, admitió hoy que la reciente toma de rehenes en una cafetería de Síndney, que se saldó con tres muertos, pudo haberse prevenido, pero ahora debe ser vista como una advertencia para las autoridades.

“Es una advertencia atroz. Esta atrocidad podría haber sido evitable, por lo tanto la importancia de una investigación rápida y minuciosa”, reconoció Abbot en una entrevista con la emisora 2GB.

Man Haron Monis, un clérigo musulmán de origen iraní con varios procesos abiertos por la justicia de Australia, tomó el lunes pasado el Lindt Chocolat Cafe de Sídney y mantuvo como rehenes a un número indeterminado de personas hasta que intervino la policía.

La toma de rehenes concluyó 16 horas después, cuando la policía irrumpió y abrió fuego en el café para liberar a los cautivos, dos de los cuales murieron -una abogada y madre de tres hijos, así como el gerente del café, Tori Johnson-, además del autor del secuestro.

Monis estaba en libertad bajo fianza por su presunto vínculo como cómplice en el asesinato de su exesposa y era conocido por enviar cartas ofensivas a los familiares de los soldados australianos muertos en Afganistán.

Abbott anunció una investigación para establecer por qué Monis, que tenía antecedentes, no se encontraba bajo vigilancia cuando tomó a 17 personas como rehenes en la cafetería e incluso tenía una licencia de armas, con la que pudo comprar legalmente la que usó para el secuestro.

Además, el primer ministro australiano pidió un informe para finales de enero, en el que se determine cómo Monis obtuvo asilo político y la residencia permanente en Australia, las ayudas sociales que recibió y sus procesos judiciales.

El objetivo es mejorar la coordinación entre las agencias gubernamentales en el futuro, indicó Abbot.

Australia es uno de los principales países que integran la coalición internacional, encabezada por Estados Unidos, para combatir a los yihadistas del Estado Islámico (EI) en Irak y Siria.