Papa Francisco llama a un cambio de mentalidad en la Iglesia

27 de Noviembre de 2014
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Ciudad del Vaticano, 27 Nov (Notimex).- El Papa Francisco instó hoy a un cambio de mentalidad en la Iglesia católica, una “verdadera transformación eclesial” que modifique las “actitudes pastorales”: del recibir al salir, del esperar a que vengan al ir a buscarlos.

Durante una audiencia en el Vaticano con un grupo de arzobispos de diversas metrópolis del mundo, el pontífice compartió su experiencia como arzobispo de Buenos y pidió “salir para encontrar a Dios que habita en la ciudad y en los pobres”.

“Salir para encontrarse, para escuchar, para bendecir, para caminar con la gente. Y facilitar el encuentro con el señor. Hacer accesible el sacramento del bautismo. Iglesias abiertas. Secretarías con horarios para personas que trabajan. Catequesis adaptadas en los contenidos y en los horarios a la ciudad”, indicó.

“En la ciudad necesitamos otros mapas, otros paradigmas que nos ayuden a reposicionar nuestros pensamientos y nuestras actitudes. No podemos permanecer desorientados, porque tal desconcierto nos lleva a equivocar el camino, en especial nosotros mismos, pero además confunde al pueblo de Dios”, agregó.

Según el pontífice, los católicos vienen de una “práctica pastoral” antigua, en la cual la Iglesia era el único referente de la cultura y, “como auténtica maestra” sintió la responsabilidad de delinear y de imponer, no sólo las formas culturales sino también los valores y más profundamente de trazar el imaginario personal y colectivo.

Pero advirtió que esa época no existe más y hoy los cristianos no son los únicos que producen cultura, ni los primeros, ni los más escuchados.

Sostuvo que, por eso, es urgente un cambio en la “mentalidad pastoral”, pero que no caiga en el relativismo ni renuncie a la propia identidad cristiana, sino que sea valiente, audaz y sin temores al transmitir el mensaje religioso.

Aseguró que la Iglesia no puede ignorar el grito de los pobres, los excluidos y los descartados, ni entrar en el juego de sistemas injustos, mezquinos e interesados, que buscan hacerlos invisibles.

“Muchos pobres son víctimas de antiguas y nuevas pobrezas. Pobrezas estructurales y endémicas que están marginando generaciones de familias. Pobrezas económicas, sociales, morales y espirituales. Pobrezas que marginan y descartan personas, hijos de Dios. En la ciudad, el futuro de los pobres es más pobreza”, insistió.

Para acercarse a estas realidades se necesita la misericordia y la ternura, que busca estar presente en las periferias existenciales, precisó.

“Tantas veces escucho decir que se siente vergüenza al exponerse. Tenemos que trabajar para no tener vergüenza al anunciar a Jesucristo”, apuntó.

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