Recibe médico congoleño Denis Mukwege Premio Sájarov

26 de Noviembre de 2014
Guardar
médico congoleño Denis Mukwege recibió hoy en el Parlamento Europeo (PE) el Premio Sájarov .
médico congoleño Denis Mukwege recibió hoy en el Parlamento Europeo (PE) el Premio Sájarov .
Bruselas, 26 Nov (Notimex).- El médico congoleño Denis Mukwege recibió hoy en el Parlamento Europeo (PE) el Premio Sájarov por la Libertad de Conciencia al reconocer su labor a favor de mujeres y niñas víctimas de violaciones, en el marco de la guerra en la República Democrática del Congo.

Lo hizo en una emotiva ceremonia que concluyó con cánticos tradicionales entonados por miembros de la comunidad congoleña presentes en el hemiciclo.

En su discurso ante el pleno de la Eurocámara, en Estrasburgo (Francia), Mukwege criticó la tardanza de la comunidad internacional en reconocer el uso de la violación sexual como arma de guerra, un problema que señaló por primera vez hace unos quince años pero sólo ha ganado protagonismo recientemente.

“Violar es un arma barata, accesible y muy destructiva, que deshumaniza a las mujeres. Esperamos encontrar soluciones para que la violación deje de ser usada como arma de guerra y, en ocasiones, incluso como estrategia de guerra”, dijo.

“Violar a una mujer o a una niña delante de todo el mundo y destruir sus órganos genitales no tiene nada de sexual, es una humillación y una destrucción viciosa”, añadió.

El ginecólogo resaltó que la práctica deja consecuencias “idénticas o incluso mayores” que las armas clásicas, provocando desplazamientos masivos y destruyendo la demografía del enemigo.

“Algunas de estas mujeres no podrán tener más hijos y, aunque puedan, su fertilidad es muy baja. Seguirán viviendo y contaminarán a otras personas de sus pueblos si han quedado infectadas con enfermedades de transmisión sexual, o también podrán transmitir esas enfermedades a sus hijos”, enumeró.

Nacido en Bukavu hace 59 años, Mukwege estudió medicina y fundó el servicio de ginecología del hospital de Lemera, destruido en 1996 con el estallido de la guerra.

En 1999 construyó en la ciudad de Panzi un hospital dedicado a reconstruir los cuerpos de las víctimas de violaciones en grupo y violencia sexual brutal en la guerra, además de facilitarles atención psicológica y asesoramiento jurídico.

Desde que aceptó a la primera víctima, con heridas de bala en sus genitales y muslos, ha tratado a más de 40 mil mujeres.

“La comunidad internacional no tolera las armas químicas, ni las nucleares, ni las biológicas. Nosotros, hombres y mujeres, tenemos que reclamar lo mismo para la violación”, urgió.

“Este premio solo será relevante para las mujeres víctimas de violencia si ustedes nos acompañan en camino hacia la dignidad”, concluyó.

Archivado en