Mujeres de 5 países inician caravana migrante el 20 de noviembre

31 de Octubre de 2014
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San José.- 31 Oct 2014 (CIMAC).- Mujeres y activistas de Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y México anunciaron su próxima participación en la Caravana de Madres en Busca de sus Hijas e Hijos Migrantes, que el próximo 20 de noviembre se reunirá en El Ceibo, Chiapas, hacia Tenosique, Tabasco, en la frontera sur de México, para comenzar su recorrido por el país.

Al participar en esta capital de Costa Rica en el Encuentro Regional de Protección de la Caravana de Madres de Migrantes Desaparecidos, las mujeres afirmaron que en México hay una alarmante situación de violencia, y una política migratoria ajena a los Derechos Humanos (DH) que pone en riesgo la vida de todas las personas migrantes.

En el encuentro organizado por la Consejería en Proyectos para Refugiados Latinoamericanos (PCS, por sus siglas en inglés),Martha Sánchez Soler, líder del Movimiento Migrante Mesoamericano, quien encabeza a la Caravana, denunció que mujeres y hombres son obligados a emigrar ante el incremento de la violencia y la pobreza extrema en sus lugares de origen.

LA CARAVANA

Sánchez Soler comentó que en las primeras caravanas las mujeres hacían viajes de búsqueda por Centroamérica, en autobuses comerciales y sin documentación, pero se descubrió que allí hay Comités de Madres que están en busca de sus familiares.

En ese contexto, desde 2010 las caravanas toman relevancia con una ruta más larga, más visible, con una agenda amplia para visibilizar los riegos en el tránsito migratorio y las violaciones a DH de personas migrantes.

Las activistas advirtieron que antes de la masacre de 72 migrantes en el estado mexicano de Tamaulipas, en agosto de 2010, las autoridades mexicanas negaban esta realidad de desaparición de migrantes. Hoy son entre 70 y 120 mil las personas a quienes se les ha perdido el rastro en su tránsito por México, según se informó.

En muchos casos las madres tienen la última comunicación con sus familiares cuando ellos están en algún estado mexicano. Así comienza la búsqueda, y ellas tratan de localizarlos en cualquier lugar, así sea en cárceles o en hospitales. Hoy se calculan 40 mil cuerpos en fosas clandestinas que pueden ser de migrantes, más las fosas no localizadas.

Las activistas señalaron que las desapariciones de mujeres no son registradas ni denunciadas por la creencia de que se fueron con alguna pareja sentimental, lo que impide la búsqueda.

La Caravana no lleva un registro de las personas encontradas, sin embargo se sabe que hay un porcentaje mínimo de mujeres encontradas porque ellas son blanco fácil de explotación sexual forzada o trata de personas, lo que dificulta su localización.

Tal es el caso de Honduras donde, según datos del Comité de Madres de Migrantes Desaparecidos del Progreso (Cofamipro), existe un registro de 456 personas desaparecidas, de las cuales 20 por ciento son mujeres.

Rosa Nelly Santos, integrante de Cofamipro, explicó que las mujeresgeneralmente son explotadas o están en cárceles donde son procesadas como tratantes y no como víctimas. En 2014 fueron localizados nueve hondureños y tres hondureñas.

CONTEXTO MEXICANO

Fray Tomás González, director del albergue “La 72”, en Tenosique, Tabasco –organización que desde abril de 2013 cuenta con medidas de protección por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ante las amenazas que ha recibido–, declaró que a pesar de que en México se dan todas las modalidades de migración, es el principal expulsor de migrantes con casi 12 por ciento de la población saliendo del país, 25 por ciento contando a la población mexicana nacida en el exterior.

“México parece querer desalentar la migración hacia Estados Unidos mediante la criminalización, la violencia y el terror”, refirió Martha Sánchez Soler.

Consideró que desde 2006 que comenzó el enfrentamiento entre las fuerzas de seguridad y el crimen organizado, la política mexicana en materia de migración obedece a una lógica de seguridad nacional plasmada en la Ley de Migración y en el Programa Frontera Sur, con el que se pretende reforzar la frontera con Guatemala y alejarse de la protección de los DH.

Además los peligros de la migración se siguen recrudeciendo, como los secuestros, extorsión, violencia contra las mujeres –en la que seis de cada 10 son violadas–, discriminación y las detenciones arbitrarias e ilegales.

Ante ello, Sánchez Soler denunció la complicidad de autoridades en los actos criminales contra migrantes, razón por la cual no se siguen las denuncias.

Anita Zelaya, representante del Comité de Familiares de Migrantes de Desaparecidos de El Salvador (Cofamide) y madre de un migrante desaparecido hace 12 años, contabilizó más de 300 casos de personas salvadoreñas desaparecidas, de los cuales 260 están en el banco de ADN para su búsqueda entre vivos y muertos.

Zelaya abundó que el trabajo de los Comités de Madres de Migrantes Centroamericanos provoca graves afectaciones a la salud, por lo que las familias también son víctimas, toda vez que se ven vulnerados sus derechos a la salud y al acceso a la justicia, a la verdad y a la reparación del daño.

La costarricense Gabriela Rodríguez Pizarro, integrante del Centro Internacional para los Derechos Humanos de los Migrantes (Cidehum) y ex relatora especial sobre los Derechos de Migrantes de la ONU, refirió que la violencia en la región está relacionada con otras problemáticas.

“Inequidad de género, abuso de poder, vulnerabilidad de la niñez para ser incluidos en ‘maras’ y pandillas, y mucha violencia que generan los ‘coyotes’ (traficantes de personas) y las organizaciones del crimen organizado transnacional. Son múltiples factores que están generando esta situación migratoria rodeada de una violencia extrema, donde no existe protección para los DH de los migrantes”, destacó.

La Caravana arranca en México el próximo 20 de noviembre en El Ceibo, Chiapas, donde se sumarán los Comités de Madres de Migrantes de Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Honduras, para cruzar los estados de Tabasco, Veracruz, San Luis Potosí, Jalisco, Guanajuato, Distrito Federal y Oaxaca. Por: Cirenia Celestino Ortega, enviada

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