México, 9 Dic (Notimex).- Bajo una atmósfera colmada de nostalgia, la cantautora estadounidense Cat Power conquistó anoche al Plaza Condesa, que desde horas antes de su apertura lució abarrotado por jóvenes de entre 18 y 30 años.
Pasadas las 21:00 horas, serena y ataviada con jeans, blusa y saco de color negro, Cat Power, quien tenía cinco años de no presentarse sola en un escenario mexicano, arribó al entarimado en compañía de su guitarra.
Con el aforo del recinto, la artista ofreció un concierto inspirador y emotivo, y se dio tiempo de hablar sobre lo complicados que son los niños y de lo emocionada que está por su embarazo.
Para su regreso a este país preparó “SUN”, producción que en su momento marcó el final de una pausa de seis años y transmite la declaración de control total de la artista, ya que ella compuso, interpretó, grabó y produjo el álbum en su totalidad.
Durante la velada sonaron algunos de sus éxitos, entre ellos “The Greatest”, "Sea of Love" y "Colors and the kids”, temas que causaron gran emoción en los asistentes y sonadas ovaciones.
Para algunos temas se valió del piano, lo que provocó la euforia de sus fans, quienes por momentos coreaban las piezas, chiflaban o le hacían muestra de cariño y admiración.
Conforme avanzaba la velada, el ánimo de sus fans subía y por momentos gritaban de felicidad cuando Cat Power agradecía la oportunidad de estar acompañada por su público en México.
Entre algunas de las piezas compartía sus experiencias con el público, y aunque hubo un momento en el que nadie entendía que quería decir con sus reflexiones, toda la noche recibió el cariño del pueblo mexicano.
Por espacio de dos horas, la intérprete reflexionó, a través de su música, sobre temas como el amor y desamor; la nostalgia y amor, y la libertad, uno de los tópicos que dirigen su vida personal.
Antes de concluir su presentación portó un chal multicolor para interpretar “Gracias a la vida”, una popular canción de inspiración folclórica chilena