Bogotá, 28 May 15 (Notimex).- En el Caribe colombiano se escucha y se baila con fuerza la Champeta, un ritmo convertido en un fenómeno musical, donde la sensualidad, plasticidad y erotismo de sus movimientos revelan la influencia de la cultura africana.
Este ritmo que nace en los barrios pobres de Cartagena está muy vinculado a la cultura de San Basilio de Palenque, primer pueblo afro de América en lograr la libertad en el siglo XVII. Hoy, el negro cartagenero sigue luchando por romper las cadenas de la pobreza y la discriminación a través de la Champeta.
Las letras de las canciones se refieren a vivencias, amores perdidos, conquistas, rechazos, sueños y alegrías de una comunidad alejada de la Cartagena turística, donde la economía y el progreso no se conocen.
Este ritmo nació hace 30 años y durante este tiempo ha pasado por muchas variaciones. Inicialmente se conoció como “Terapia Criolla” y se llamó así porque sentían que era una forma relajante de olvidar los problemas y la crisis económica de los barriadas populares.
El género Terapia es una fusión de ritmos africanos como el soukous, highlife, mbquanga y juju, sin dejar a un lado el toque antillano del reggae, zouk, soca y calipso, con algo de folclor como bullerengue y mapalé.
Pero poco a poco se fue transformando, hasta llegar a lo que es hoy: la Champeta. El término “Champetúo” ya era utilizado en Cartagena de manera discriminatoria por la élite de la ciudad para referirse a los afrodescendientes que vivían en los barrios pobres.
De todo esto sale una base rítmica musical que prevalece sobre las líneas melódicas y armónicas, convirtiéndola en una cadencia bailable y contagiosa.
La danza se ejecuta en pareja de dos maneras. Una conocida como ritmo “urbano” con movimientos de cuerpos separados, que convoca al jolgorio.
La otra es la “criolla”, que es muy sensual. Es un baile en donde las parejas juntan sus cuerpos como si fueran uno, con las piernas entrelazadas, movimientos suaves y sensuales que lleva a la pareja a permanecer en un solo sitio.
Alrededor de este ritmo no solo se gesta toda una cultura musical, sino una forma de bailar, de comunicarse, de vestir, de caminar, de enfrentarse a la sociedad y hasta de organizar “perreos” (fiestas).
Las presentaciones iniciales de la Champeta se hacen en el mercado de Bazurto y sonaban solo en los “picós” (pick up), como única maquinaria de mercadeo.
Los Pick Up son unos parlantes gigantes que cuando suenan ponen a temblar el piso y la música corre suave por las venas. Es así como la radio de la ciudad se vio obligada a ponerlo a sonar en su dial, y ganó espacio social, pues la Champeta la escuchan y la sienten con fervor las élites, en particular la juventud de todos los estratos sociales.
El éxito de este ritmo no se hizo esperar no solo a nivel nacional sino internacional. La multinacional Sony Music puso en marcha sus servicios de marketing y los grupos musicales empezaron a grabar de manera profesional.
La calentura es tan fuerte que el presidente Juan Manuel Santos, para animar el lanzamiento de su campaña de reelección, invitó a Mr. Black para que fuera el espectáculo central del evento en la ciudad de Barranquilla y captar los votos del Caribe.
Entre los cantantes reconocidos de Champeta, se destaca El Sayayín, Mr. Black, El Afinaito, El Rasta, Twister el Rey, Kevin Florez, Viviano Torres y Eddy Jey, con temas exitosos como “La Voladora”, “Busco alguien que me quiera”, La descontinuada”, “La invité a bailar” y “El Serrucho”, entre otros.
La agrupación Ekobios, que hizo los ensayos para Notimex en un colegio de los barrios bajos de Cartagena, es otra de las novedades en la ciudad amurallada en el Caribe colombiano.
La Champeta, el ritmo afro lleno de sensualidad y erotismo
28
de Mayo
de
2015
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