INAH impulsa estudios integrales del patrimonio paleontológico

31 de Marzo de 2015
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México, 31 Mar (Notimex).- Para dar mayor impulso a las investigaciones paleontológicas y de prehistoria en México, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) impartió el Primer Curso-Taller de Paleontología, en el que se dotó a arqueólogos de mayores conocimientos sobre este tipo de vestigios.

De acuerdo con el INAH, el 40 por ciento de los salvamentos arqueológicos que se realizan en la Cuenca de México (DF y sus áreas conurbadas con los estados de México, Puebla, Morelos e Hidalgo) se descubre fauna pleistocénica como el mamut y los arqueólogos requieren de la intervención de un paleontólogo que resuelva dudas puntuales.

Actualmente, se tiene conocimiento de 800 sitios donde se han hallado animales pleistocénicos que vivieron durante los últimos 40 mil años, y el 50 por ciento están concentrados en el centro del país, donde el desarrollo de obras de urbanización han permitido su descubrimiento, salvamento, estudio y conservación.

En este sentido, el paleontólogo Joaquín Arroyo Cabrales, investigador del INAH y ponente del curso, explicó que una de las vertientes de investigación de los vestigios es identificar la fauna extinta que pudo haber convivido con el hombre, de la que hay poca evidencia en México, ya que la mayoría tiene una antigüedad mayor a los 10 mil 000 años.

Detalló que entre la fauna extinta, destacan mamuts, caballos y camellos prehistóricos, perezosos gigantes y gliptodontes, que estarían distribuidos en lo que actualmente es el Altiplano mexicano y que en su momento eran los pastizales. Ese conjunto llegó hasta la Cuenca de Valsequillo, en Puebla.

Esos animales formaron parte del ambiente en el que habitaron los primeros humanos de América, de manera que su estudio permite identificar las relaciones que establecieron, en términos biológicos, “nos interesa analizar cómo fueron evolucionando las especies hasta el momento en el que se extinguen o pasan al presente”.

En su oportunidad, el paleontólogo Eduardo Corona Martínez, investigador del Centro INAH-Morelos, centró su ponencia en la microfauna, como roedores, aves y reptiles, localizados en los sitios arqueológicos, sobre todo prehistóricos o de poblamiento humano temprano.

“Se busca despertar el interés de los arqueólogos por este tipo de fauna, por ejemplo la familia de los anátidos (patos, cisnes y gansos) y otras aves acuáticas; las del orden passeriformes (pájaros canoros), las salamandras y las serpientes, todas ellas han sido registradas en localidades mexicanas del Pleistoceno”, apuntó.

En los estudios prehistóricos cobra particular interés la recuperación y análisis de materiales de origen biológico, tales como restos de hueso, piel y concha de animales, o bien restos de vegetales, como semillas y polen, porque su análisis aporta información clave para la reconstrucción del medio ambiente.

Un aspecto que despertó el interés entre los arqueólogos fue el de la conservación y embalaje para su trasportación de los restos de huesos de animales del Pleistoceno, toda vez que, a pesar de sus grandes dimensiones, se trata de materiales sumamente frágiles, señala el INAH en un comunicado.

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