Robert Carter dirigirá a Sinfónica de Yucatán en tercer programa

Mérida, 27 Ene (Notimex).- Con piezas de Mozart y Beethoven, propias del clasismo y romanticismo, la Orquesta Sinfónica de Yucatán (OSY) presentará su tercer programa de conciertos de 2015, bajo la batuta de Robert Carter Austin como director huésped.

Se trata de la participación del primero de tres directores huéspedes invitados para el primer semestre del año, los otros dos son Fernando Valcárcel, de la Orquesta Sinfónica Nacional de Perú, y Gustavo Rivero Weber, director de actividades musicales de la UNAM.

Obertura "La Flauta Mágica" y "Concierto para flauta No. 1 en Sol Mayor", ambas de Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791), así como "Sinfonía No. 7" de Ludwig van Beethoven (1770-1827) integran el programa a realizarse los días 30 de enero y 1 de febrero, con solos del flautista Joaquín Melo, integrante de la OSY.

Carter Austin, director de las orquestas de Arlington y Garland, recordó que luego de haber dirigido hace dos años a la OSY como invitado, se encuentra con una agrupación "mucho más fuerte, mucho más profesional", dirigida por Juan Carlos Lomónaco, lo que permitirá ofrecer un concierto de "muy elevada calidad".

El director estadounidense resaltó la festividad de las obras de Mozart, en especial el "Concierto para Flauta No. 1", el cual recordó que se escribió cuando su autor tenía 22 años, que fue por encargo y en el que la flauta juega un papel fundamental, aunque el compositor odiaba ese instrumento musical.

Asimismo enfatizó "lo abierto, digerible y disfrutable" que será para el público la séptima sinfonía de Beethoven, escrita por el alemán de quien dijo que "sólo existen dos clases de personas, las que están vivas o a las que les gusta Beethoven".

Por su parte, el solista Joaquín Melo consideró que este concierto "será de lo más fino y refinado del clasicismo y romanticismo. Es la máxima experiencia de lo galante, de lo expresivo que se tienen de esa época".

El "Concierto para Flauta No.1 en Sol Mayor" fue hecho por encargo, a solicitud del flautista amateur Ferdinand de Jean, quien le encargó a Mozart tres conciertos fáciles y un cuarteto, pero una vez vencido el plazo de entrega, sólo ofreció dos conciertos originales, uno que ya había interpretado y el cuarteto, refirió.

En una primera instancia ante lo complejo de la obra, Mozart decidió simplificar las piezas e hizo dos versiones del concierto (la OSY interpretará la original), pero su tardanza y falta de originalidad en uno de los tres movimientos hizo que en lugar de recibir por ella 200 florines, obtuvo poco más de 90, narró.

También mencionó que Mozart escribió a su padre una carta en la que sostenía que sufría componer "para un instrumento que no soporto", pero que había aceptado en apariencia para contar con recursos y poder cortejar a una corista, "lo que favoreció la aparición de una bella pieza".