Mexicana Elisa Carrillo en Alemania: disciplina y espontaneidad

02 de Marzo de 2015
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ELISA CARRILLO. NOTIMEX
ELISA CARRILLO. NOTIMEX
Berlín, 2 Mar 15 (Notimex).- “Soy una mujer muy feliz, muy agradecida con todas las oportunidades que se me han dado. No ha sido para nada fácil llegar a donde estoy, ni es fácil estar aquí y mantenerte”, afirmó a Notimex la Prima Ballerina del Staatsballet de Berlín, la mexicana Elisa Carrillo.

Elisa ha logrado combinar la disciplina férrea que requiere la danza clásica, con la espontaneidad y la soltura para insuflar vida y emoción al espectáculo.

El Staatsballet de Berlín (Ballet Estatal de Berlín) surgió de las tres grandes casas de ópera de la capital alemana, la Staatsoper y la Deutsche Oper y la Komische Oper, un proyecto conjunto para elevar aún más el nivel de ese espectáculo cultural.

El Staatsballet de Berlín es uno de los mejores de Alemania, -si no el mejor-. Las tres grandes casas de ópera berlinesas se unieron para dotar de todo lo necesario al ballet clásico, de forma de cubrir todos los requerimientos de una gran compañía de Ballet, así como para modernizarse e internacionalizarse.

Tomando un capuchino con Notimex en Berlín después de uno de los ensayos de su próxima presentación del 14 de marzo, Carrillo contó que en agosto cumplirá 16 años de vivir en Alemania. Primero fue solista y una de las estrellas del ballet de Stuttgart, y hace ocho años se trasladó a Berlín, donde se le abrieron las puertas.

“En la danza uno siempre tiene que tratar de ser perfeccionista, aunque la perfección no existe porque somos humanos. En cada función siempre hay algo que no sale perfecto, a veces salen mejor que otras. Pero uno trata de llegar a eso”, dijo al explicar su aspiración.

“Es por eso que se trabaja todos los días en cada detalle. Trato de acercarme a esa perfección pero sin tener esa idea de que todo tiene que ser perfecto. Eso lo puede llegar a bloquear a uno”. El perfeccionismo excesivo, comentó, “te hace olvidar esa parte que llevamos dentro los artistas, ese dejarte llevar, sacar tus emociones”.

Reconoció, sin embargo, que ha tenido que renunciar a cosas importantes para acercarse a su ideal de perfección. “Me tuve que alejar (geográficamente) de mi familia, que vive en Texcoco, y hasta la fecha es lo que más me duele, no estar con ella, no estar en mi país”.

“Extraño también esa forma de ser de los mexicanos, esa manera tan cálida que tenemos de acercanos unos a otros”.

Elisa Carrillo empezó su carrera en el ballet siendo niña y atribuyó a la disciplina su continuo avance en el mundo de ese arte. “Como en todas las profesiones, tienes que trabajar mucho, tienes que mejorar día a día, es una lucha continua. Hay muchas bailarinas alrededor y todas quieren llegar muy alto”.

Elisa Carrillo es ya Primera Bailarina. Ahora, ¿Qué sigue en su ruta de avance? “Cuando alcanzas ese punto, eres como un bebé cuando empieza a caminar. Al comienzo no lo hace bien sino poco a poco lo va haciendo mejor, y después llega a correr... o a bailar ballet”.

Ya que uno llega a esa posición, hay que seguir creciendo, dijo Elisa. “Es como la coreografía que hoy ensayamos y que se va a presentar el 14 de marzo: es como trabajar filigrana, pulir cada detalle, para que el día del estreno se vea muchísimo mejor, que ya no fallen cosas”.

“Hay técnicas para aprender todo, pero una vez que ya las aprendiste, entonces uno tiene que poder dejarse ir para expresar las emociones, soltarse. Es meter un poquito de lo tuyo, disfrutarlo”.

El 14 de marzo bailará en Berlín el ballet “Diversidad. Formas de la Quietud y el Vacío”, la primera coreografía propia del español Nacho Duato, quien es el nuevo director del Ballet Estatal de Berlín.

Poco después tiene en puerta una gala de ballet en el Teatro Schiller de Berlín, que bailará con su esposo. Elisa Carrillo está casada desde hace ocho años con el bailarín ruso Mikhail Kaniskin, la estrella masculina del Staatsballet de Berlín.

Bailarán “Onegin”, una historia llena de pasiones con base en el libro del gran maestro de las letras rusas, Alexander Pushkin.

El cambio a Berlín fue “una súper oportunidad, porque nos invitaron a mí y a mi esposo a trabajar en la Staatsoper de Berlín. Cuando uno tiene pareja, suele suceder que la invitación es solo para uno de los dos, pero en esta ocasión nos invitaron juntos. Y aceptamos”.

“Lo más importante para mí cada año que comienza es tener mucha salud. Con la salud, muchas cosas se pueden lograr. En mi carrera, mi cuerpo es mi arma de trabajo”, puntualizó.

El año 2015 significa para Elisa Carrillo una nueva etapa en su carrera como la bailarina más importante de la Staatsoper porque hay nuevo director del Ballet Estatal de Berlín, el español Nacho Duato.

“Es una etapa muy importante con un nuevo director porque uno empieza a trabajar con él, a conocer su estilo, a conocer más su trabajo, a adaptarnos, a consolidar ese cambio”, dijo. “Siempre, cuando llega un nuevo director, es diferente”.

Para Elisa, “es algo muy bonito” que el nuevo director del Staatsballet es hispanoparlante. “Compartir el idioma es otro nivel de comunicación”, externó.

Otro golpe de suerte: en esta ocasión en la nueva etapa que se inicia en su carrera en Alemania.

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